Juan Soler expone, hasta el 2 de junio en la Galería Nando Argüelles de la Marina de Sotogrande , una muestra bajo el título de Mare Nostrum . Se trata de una exposición global de un artista versátil y global.
En efecto, la exhibición comprende pinturas de diversas técnicas, esculturas e instalaciones.
A primera vista podría pensarse que la exposición trata del drama de la emigración en el Estrecho de Gibraltar (Al Bar al Mutawassit-el mar intermedio-). De “los sin papeles” ; de los que tan acertadamente han escrito Juan Goytisolo, José Saramago o en nuestro entorno Juan José Téllez ( véase su obra “Hay moros en la costa” ) .
Pero no es solamente este aspecto el que considera el artista porque la muestra encierra un sentido más profundo, ya que el paso del Estrecho (el Mediac) es solo la punta del iceberg de un trabajo del artífice más profuso en torno al drama de la emigración. Drama universal, no solo del Estrecho.
El artista quiere ir más allá. Quiere poner de manifiesto la terrible soledad de esos individuos aislados (de ahí sus cuadros y esculturas sobre ”los caminantes”) que tienen que abandonar su entorno y su cultura para encontrar una situación económica mejor. Pero si obtienen su objetivo quieren volver a sus primigenias señas de identidad sin conseguirlo las más de las veces. Pero esta circunstancia solo la sufre el individuo aislado que, en definitiva, es el que padece este estado de drama y aislamiento.
La muestra comprende óleos de diversos tamaños, tintas (que el mismo artista fabrica mediante la destilación de resinas vegetales) como el retrato que mostramos en este artículo -Rostros I- y esculturas entre las que debemos resaltar, por la técnica empleada, el “rostro yacente” modelado en escayola y ladrillo con una cobertura de cera y que se inspira en la obra del contestario escultor italiano Medardo Rosso (1858-1928).
Presenta, también Soler, una vídeo-instalación titulada “19 almas” donde aparece un cayuco , suspendido y volcado sobre un borrascoso mar, azulado y blanco – agua y bravío oleaje- que emana de las irisaciones que proyecta una cámara de vídeo. Bajo el volcado cayuco, en el suelo (mar y orilla de la muerte) 19 pequeños cayucos blancos: las inocentes almas de los muertos “sin papeles”. Todo ello, pese a su intrínseca belleza plástica, produce una escalofriante y contradictoria sensación de dolor y paz.
En nuestra opinión la obra, sin ser política, nos dice que el artista debe estar siempre en oposición al establishment de nuestro tiempo que permite tamañas injusticias. Son las “desigualdades irritantes” de las que ya nos hablara el profesor Tamames en nuestra etapa universitaria.
La muestra no refleja tanto el patetismo de la cuestión sino mas bien pone de relieve una situación.
Dentro de este contexto global, que es la exposición, ésta se completa con el recital de unos poemas escritos por el artista y alusivos al objeto de la misma: ese drama universal del desarraigo que conlleva la emigración.
Es la excelente actriz y rapsoda amateur Edu Collado quien recita los poemas (lo hizo el día de la inauguración y lo repetirá el viernes 31 de mayo a las 9 p.m.).
En nuestra opinión se trata de una exhibición que todo amante del buen arte actual debe ver y sobre todo “mirar” porque Juan Soler vuelve a demostrar, con esta muestra, una excepcional técnica multidisciplinar junto con esa exquisita sensibilidad que le caracteriza.
De su “Poema para una odisea” son los versos que cierran estas líneas
Ni el recuerdo se acerca
A entibiar los rigores
Que amontona su alma.
Addendum : El presente art. se publicó también en el periódico digital www.tiojimeno.org el día 29 de mayo http://www.tiojimeno.es/2013/05/el-mare-nostrum-de-juan-soler-por.html y en el diario,en formato convencional, del Campo de Gibraltar EuropaSur el día 30 de mayo ( pag.45).Festividad de San Fernando, Patrón de Sevilla.
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