Como me he inscrito en este Encuentro los organizadores me solicitaron una biografía sencilla, amena... entrañable que sería utilizada por la organización para la entrada en el blog del IV Encuentro en el cual se presenta a todos los poetas inscritos, así como dos poemas.
Esta es la biografía que remití al respecto y que publica el citado blog:
Un Bilbao todavía lleno de astilleros y con casas grises por
el humo vio nacer a este sevillano por expreso deseo familiar.
Pero la estancia de aquél niño sevillano en su Bilbao de nacimiento
duró un mes escaso. Luego el olor del azahar de Sevilla llenó su infancia.
Y un Madrid donde los “grises” perseguían a los estudiantes
rebeldes con el establishment inundó
su etapa universitaria.
Ya entonces el chaval estudiante frecuentaba el Café Gijón y
las tertulias literarias madrileñas.
Aquél estudiante de Derecho y Empresariales tenía una
apasionada afición a escribir poemas en verso libre donde expresar sus
sentimientos más íntimos.
Leyó a todos los
poetas, tanto clásicos como modernos, pero siempre guardó en su corazón aquel
libro de un poeta andaluz llamado Federico García Lorca que, en su infancia, se
ocultaba en la biblioteca familiar.
La luna bajó a la
fragua con su polizón de nardos.
El niño la mira, mira,
El niño la está
mirando…
Y pasó el tiempo y la vida le llevó a una Universidad de
California donde aprendió lo que es la libertad.
Y más tarde, también la vida le condujo a esa costa
gaditana-malagueña con las dos columnas de Hércules siempre enfrente de su
casa: el monte Calpe (Gibraltar) y el monte Abyla (África).
Y el Campo de Gibraltar cautivó su corazón y modeló su vida.
El Parque de los Alcornocales y el Estrecho de Gibraltar
siempre presentes en su vida y en su poesía.
Pero la Oda XI de Horacio a Leuconia seguía siendo la luz que
le iluminaba en la vida: Carpe diem quam
minimum credula postero (aprovecha el
día de hoy porque no sabemos si llegará el mañana)
Y estos los dos poemas
EL EXTRANJERO
¿ A quién quieres
extraordinario
extranjero ?
Quiero a las nubes...a
las nubes
que pasan...
( C. Baudelaire )
A lo lejos queda la ciudad
tecnificada y fría.
Esta tarde estás buscando el calor de
la vida,
por eso has ido hacia el lugar que
sabemos,
por eso has dejado atrás tantas
cosas.
Vas con tu bicicleta.
Es el último estertor de un
agonizante que se resiste.
A un lado y a otro del sendero se
levantan las chumberas.
El sol quiere quemar el polvo del camino,
pero sus rayos, demasiado débiles,
se reflejan en los resecos arbustos.
Estás con la mirada fija en el
horizonte.
A la derecha, el mar pugna por entrar
en los viñedos.
A la izquierda, los altos pinos dan
sombra a aquellas
piedras
siempre tristes.
El canto de la chicharra está a punto
de cesar.
Te has detenido, has dejado
abandonada la bicicleta
y te has puesto a mirar la mar.
Sin saber por qué, se agolpan los
versos del poeta,
El mar
sonríe a
lo lejos.
Dientes de espuma,
labios de cielo.
¿Qué vendes, oh joven
turbia
con los senos al aire?
Vendo, señor, el agua
de los mares.
...
¡ Amarga mucho el agua
de los mares !
Y de pronto la chicharra ha
enmudecido
y has caminado hacia el mar.
LOS GATOS ORIENTALES
¿Por qué - me preguntas - existe esta
angustia
que me agobia?
Es que la vida - te explico - va
dejando su poso,
A veces demasiado áspero, y no
podemos apartarlo.
Y te cuento historias tristes de
vidas también agobiadas
y otras historias lejanas,
fantásticas,
para hacerte olvidar esa pena que
hiere.
Yo sé, pienso, que sientes que tu vida
está quebrada y marchita.
Es que se rompieron demasiado pronto
tus ilusiones
y no supiste reunir los pedazos.
Estuviste buscándolos mucho tiempo
inútilmente,
porque ya no existían.
Estabas cansado de buscar,
Cuando, en silencio, recogiste los
últimos trozos
y trataste de reconstruir el
rompecabezas de tu vida.
¿Por qué esta angustia?
Y te vuelvo a narrar esas historias
orientales:
los chinos ven la hora en los ojos de
los gatos...
Pareces reflexionar la contestación a
tu insistente pregunta:
la respuesta está en la vida.
Y es entonces cuando me he acercado a
la ventana
y he visto jugar a los niños entre
risas.
Te he llamado y he creído ver volar
una chispa de esperanza en tu mirada.
Todo lo anterior se puede ver en el siguiente link:
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El Encuentro está dedicado al poeta Carlos Edmundo de Ory nacido en Cádiz en 1923 y fallecido en Thézy-Glimont (Francia) el 11 de noviembre de 2010. Por tanto el primer día del Encuentro coincide con el sexto aniversario del poeta gaditano.
Carlos Edmundo de Ory |
Gracias por todo Eduardo. Saludos
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