Emilia Pardo Bazán. Joaquín Vaamonde Cornide, 1896. Museo de Bellas Artes, La Coruña |
Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 16 de septiembre de
1851-Madrid, 12 de mayo de 1921), condesa de Pardo Bazán, fue una aristócrata novelista, periodista, ensayista, crítica literaria, poeta,
dramaturga, traductora, editora, catedrática y conferenciante española e
introductora del naturalismo en España.
Fue una precursora en
sus ideas acerca de los derechos de las mujeres y el feminismo. Reivindicó la
instrucción de las mujeres como algo fundamental y dedicó una parte importante
de su actuación pública a defenderlo.
Emilia Pardo Bazán era hija de una familia gallega noble y
muy rica: el conde pontificio de Pardo-Bazán, José María
Pardo-Bazán y Mosquera y
Amalia María de la Rúa-Figueroa y Somoza.
Alfonso XIII otorgó a Emilia en 1908 el título de Castilla de condesa de Pardo Bazán por sus méritos literarios y, tal vez, para compensarla por el rechazo, por ser mujer, a su ingreso en la Real Academia Española, además de nombrarla en 1910 Consejera de Instrucción
Pública y Dama Noble de la Orden de María Luisa, que tenía preeminencia sobre la Orden de Isabel la Católica.
Hoy de facto esa Orden está extinguida.
Alfonso XIII. Gonzalo Bilbao. Museo Bellas Artes, Sevilla |
Hoy de facto esa Orden está extinguida.
Una joven Emilia Pardo Bazán |
Su padre, convencido sobre los derechos de la mujer, le
proporcionó la mejor educación posible, fomentando su amor por la literatura.
Además de la residencia de la calle Tabernas en La Coruña, la familia poseía
otras dos casas, una cerca de Sangenjo, y la otra en las afueras de La Coruña,
el Pazo de Meirás.
A la edad de nueve años ya empezó a mostrar un gran interés
por la literatura. En la biblioteca paterna encontró acceso a una gran variedad
de lecturas; declaró que sus libros preferidos entonces fueron Don Quijote
de la Mancha, la Biblia y la Ilíada.
En la casa de La Coruña leyó además La conquista de México de Antonio de Solís y las Vidas paralelas de Plutarco.
Los libros sobre la Revolución francesa la fascinaban. Durante las estancia de la familia en Madrid en los inviernos, Emilia asistía a un colegio francés protegido por la Casa Real donde fue introducida en la obra literaria de La Fontaine y Jean Racine; lo que le sería especialmente útil posteriormente, dados sus frecuentes viajes a Francia para conectar con el mundo literario europeo y conocer y tratar a relevantes autores como Victor Hugo.
A los doce años la familia decidió quedarse en La Coruña durante los inviernos y allí Emilia estudió con instructores privados. Se negó a seguir las modas que limitaban a las mujeres al aprendizaje de la música y la economía doméstica. Recibió una formación sobre todo tipo de materias con atención especial a las humanidades y a los idiomas, llegando hablar con soltura el francés, el inglés y el alemán, pues quería leer a los escritores en su propio idioma. Idiomas que ninguno de sus compañeros escritores hablaban. No pudo acudir a la universidad, vetada en su época para las mujeres, por lo que los avances científicos y filosóficos los siguió a través de los amigos de su padre y de los libros.
En la casa de La Coruña leyó además La conquista de México de Antonio de Solís y las Vidas paralelas de Plutarco.
Los libros sobre la Revolución francesa la fascinaban. Durante las estancia de la familia en Madrid en los inviernos, Emilia asistía a un colegio francés protegido por la Casa Real donde fue introducida en la obra literaria de La Fontaine y Jean Racine; lo que le sería especialmente útil posteriormente, dados sus frecuentes viajes a Francia para conectar con el mundo literario europeo y conocer y tratar a relevantes autores como Victor Hugo.
A los doce años la familia decidió quedarse en La Coruña durante los inviernos y allí Emilia estudió con instructores privados. Se negó a seguir las modas que limitaban a las mujeres al aprendizaje de la música y la economía doméstica. Recibió una formación sobre todo tipo de materias con atención especial a las humanidades y a los idiomas, llegando hablar con soltura el francés, el inglés y el alemán, pues quería leer a los escritores en su propio idioma. Idiomas que ninguno de sus compañeros escritores hablaban. No pudo acudir a la universidad, vetada en su época para las mujeres, por lo que los avances científicos y filosóficos los siguió a través de los amigos de su padre y de los libros.
En España la entrada de la mujer en la universidad se realizó
en 1910 por Real Orden de Alfonso XIII,
poco después de que Emilia Pardo Bazán fuera nombrada Consejera de
Instrucción Pública, y debido a su labor como Consejera. Fecha bastante temprana en comparación a otras naciones
europeas. Recordemos, por ejemplo, que la mujer no pudo acceder a la
Universidad de Cambridge en Inglaterra hasta 1947.
Se casó a los 16 años con José Quiroga y Pérez-Deza, también
de familia noble; él tenía 19 años y todavía era estudiante de derecho. La
relación era bien vista por los padres de ambos. La boda se celebró en 1868 en el
Pazo de Meirás y después de la misma, la pareja recorrió España. El matrimonio
no se separó de su familia y durante años vivieron con sus padres y viajaron
por Europa.
En 1869 ella y su marido se trasladan a vivir a Madrid cuando
su padre fue elegido Diputado a Cortes tras la Revolución de 1868 que destronó a Isabel II.
Cuando éste dejó su escaño, los cuatro emprendieron un viaje de varios meses a Francia e Italia.
Isabel II. Retrato de Madrazo |
Cuando éste dejó su escaño, los cuatro emprendieron un viaje de varios meses a Francia e Italia.
Doña Emilia publicó las crónicas de este viaje en el diario El Imparcial — recogidas después en uno
de sus libros de viajes, Por la Europa
católica (1901) —, y en ellas denunció la necesidad de europeización de
España, recomendando viajar al menos una vez al año como medio para educarse.
Su marido José Quiroga
era tranquilo y reservado. El matrimonio mantenía una buena armonía, ella lo
apoyaba en sus estudios de abogacía y él valoraba los intereses intelectuales
de su esposa. Pasaron ocho años de matrimonio hasta tener su primer hijo, Jaime
(1876); después nacieron Blanca (1879) y Carmen (1881). En los años siguientes
la relación matrimonial se resintió, más a causa de los trabajos intelectuales
y literarios de ella que por causas personales.
En 1876 dio a conocer su primer trabajo como escritora con Estudio crítico de las obras del padre Feijoo, un ensayo sobre
este intelectual gallego del siglo XVIII por el que la escritora siempre tuvo
gran admiración, posiblemente por su feminismo avant la lettre. Con la obra ganó un premio, compitiendo en este
certamen con Concepción Arenal.
En el mismo año publicó su primer libro de poemas, Jaime, que dedicó a su hijo recién
nacido, editado por Francisco Giner de los Ríos.
Su primera novela apareció en 1879, Pascual López, autobiografía de un estudiante de medicina, novela
romántica y realista al mismo tiempo, localizada en Santiago de Compostela. La
publicó en la Revista de España,
influida por la lectura de Pedro Antonio de Alarcón y de Juan Valera, y todavía
al margen de la orientación que su narrativa tomaría una década después. El
éxito de la novela la llevó a seguir el mismo camino, publicando en 1881 Un viaje de novios, sobre el matrimonio
imprudente de una mujer joven, hija única de un nuevo rico, y un hombre maduro.
Una obra híbrida, en la que elementos puramente realistas se mezclan con otros
propios de la novela de tesis — en este caso, la imprudencia de un matrimonio
de conveniencia — y con profusas descripciones de paisajes y personajes, que
toma de Balzac y Daudet, y que ya anuncian su próximo interés por el
naturalismo.
Es también en 1881 cuando se data el inicio de la
correspondencia epistolar entre Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós con
quien inicialmente mantiene una relación literaria que derivará hacia una
intimidad amorosa de larga duración, especialmente tras la separación de Emilia
y su esposo a partir de 1883, cuando Galdós se encontraba en el apogeo del
triunfo de La desheredada y doña
Emilia acababa de publicar La cuestión
palpitante.
Pardo Bazán admira el naturalismo francés pero defiende la
literatura española y su carácter castizo que considera un realismo propio.
Aunque parte de su obra está considerada como "naturalista" algunos
especialistas establecen que lo relevante es el hecho de que la autora
introdujo en España el debate sobre las propuestas de Émile Zola a través de
sus ensayos de divulgación periodística.
En 1882 comenzó, en la revista La Época, la publicación por entregas de una serie de artículos
sobre Émile Zola y la novela experimental, reunidos posteriormente en el
volumen La cuestión palpitante
(1883), acreditándola como una de las principales impulsoras del naturalismo en
España. En la obra, prologada por Leopoldo Alas, “Clarín”, defiende el realismo
"a la española" de sus contemporáneos Galdós y Pereda, y a pesar de
que sus ideas habían sido publicadas por entregas anteriormente, causó un gran
escándalo.
Se consideró el alegato indecente de una mujer casada y respetable en favor de la literatura francesa considerada, en España, atea y pornográfica. En realidad, aunque criticaba el naturalismo defendía el valor literario de Zola y se la identificó con la postura atea y provocativa del escritor.
La obra provocó un importante revuelo y recibió numerosos
ataques al ser considerada un manifiesto en favor de la pornografía francesa y
la literatura atea, sumado el hecho de que la autora era una mujer, esposa y
madre. Los defensores de la religión y la moral encontraron terreno abonado
para el ataque, secundado por algunas personas que habían sido incluso amigas y
admiradoras suyas como es el caso de Marcelino Menéndez Pelayo, polígrafo en exceso recalcitrante.
Su marido, «horrorizado» por los ataques recibidos, le pidió
que dejara de escribir. Le asustaba — detallan algunas biografías de Pardo
Bazán — que identificaran a su esposa con el personaje femenino valiente y
revolucionario de su novela La tribuna.
Emilia se negó. Se fue de viaje a Italia y no volvieron a vivir juntos.
Con el escándalo el libro aumenta sus ventas y aumenta la
notoriedad de la escritora.
Monumento a Emilia Pardo Bazán en la calle Princesa de Madrid |
Desde Francia Zola acogió positivamente el texto y se mostró
sorprendido de que la autora fuera una mujer.
El ensayo La cuestión
palpitante y la novela La Tribuna fueron
el origen de su fama de escritora rebelde y provocadora.
En 1883 publica La
Tribuna, considerada la primera novela social y la primera novela naturalista
española.
Cuenta la historia de una mujer obrera y refleja el ambiente
de trabajo en una fábrica, mostrando el ambiente de las cigarreras de La Coruña
a la que da el nombre literario de Marineda.
Para ello pasó mucho tiempo en la Fábrica de Tabacos de La
Coruña en contacto con las trabajadoras y observando su forma de trabajo.
Es la historia de una huelga y su protagonista es una joven
valiente y resuelta que encabeza las reivindicaciones obreras, una mujer guapa
engañada por un «señorito» que la seduce y la abandona y termina con los gritos
populares a favor de la República al tiempo que ella da a luz a su hijo.
Emilia Pardo Bazán incorpora por primera vez en la novela
española al proletariado — antes que
Pérez Galdós y Blasco Ibáñez — y describe los métodos industriales, formas de
trabajo, duros horarios y el ambiente obrero en años de intensa movilización
social, a la vez que realiza también un profundo análisis del mundo femenino y
de la doble jornada de las obreras siendo madres y trabajadoras.
A partir de 1884 y tras el escándalo generado por La cuestión palpitante, Pardo Bazán
comenzó a distanciarse del «zolismo» sin suponer la descalificación de la
doctrina del maestro por el que siempre guardará admiración.
Los primeros síntomas de tal alejamiento se hacen explícitos
en sus Apuntes autobiográficos (1886),
cuando, refiriéndose al libro de 1883, (La
Tribuna) declara que en él examina la
estética naturalista a la luz de la teología, descubriendo y rechazando sus
elementos heréticos, deterministas y fatalistas, así como su tendencia al
utilitarismo docente, e intentando un sincretismo que deja a salvo la fe.
Un paso más en ese proceso se manifiesta al año siguiente, en
sus conferencias sobre la literatura rusa; en ellas, más que — como a veces se
ha dicho — sustituir en su devoción a Zola y el naturalismo francés por Tolstoi
y el espiritualismo ruso, doña Emilia ofrece una visión más totalizadora y
comprensiva de lo que en el movimiento literario europeo ha significado la
propuesta de le roman expérimental, según nos señala José Manuel González Herrán,
catedrático de Literatura Española, en
su obra Emilia Pardo Bazán y el Naturalismo.
En 1885 publicó La dama
joven en la que habla de crisis matrimoniales, justo en el momento en el
que empieza la separación entre ella y su marido.
Tanto el Naturalismo practicado por Pardo Bazán como el de
Galdós, frente a los principios ideológicos y literarios de Zola, acentuaba la
conexión de la escuela francesa con la tradición realista española y europea lo
que le permitía acercarse a un ideario más conservador y católico en lo que
respecta a ella, que nunca abandonó el catolicismo, por más que admitiera las
bases ideológicas del determinismo social y darwinista.
Monumento dedicado a Emilia Pardo Bazán en La Coruña. Escultura de Lorenzo Coullat Varela |
El método naturalista culminó en Los pazos de Ulloa
(1886-1887), su novela más famosa, y la obra que la consagró como una de las
grandes escritoras de la literatura española.
En ella describe la decadencia de la oligarquía terrateniente
que ha perdido su papel de liderazgo social, la nobleza degradada, patética
pintura de la decadencia del mundo rural gallego y de la aristocracia.
Un año más tarde publica su continuación con La madre naturaleza (1887), fabulación
naturalista en la que cuenta los amores incestuosos entre dos jóvenes que no
saben que son hermanos.
A partir de los años 90 Pardo Bazán se aparta del naturalismo
y explora nuevos caminos literarios como el idealismo y el simbolismo también tendencias
europeas. Sigue escribiendo novelas que influenciarán a Vicente Blasco Ibáñez,
uno de los grandes escritores de fin de siglo.
La separación amistosa de su marido le permitió a Pardo Bazán
seguir con libertad sus intereses literarios e intelectuales sin obstáculos.
Se preocupó, ya no sólo de polémicas literarias, sino de
intervenir en el periodismo político y de luchar incansablemente por la
emancipación social e intelectual de la mujer.
Publicó ensayos como La revolución y la novela en Rusia (1887) o La mujer española (1890) y sus conferencias en instituciones de renombre tenían tanto éxito que con frecuencia era invitada a repetirlas. Tal popularidad le granjeó en ocasiones enemistades entre los escritores de su tiempo, que veían invadido un sector tradicionalmente reservado a los hombres por una mujer considerada más competente que muchos de ellos.
Esto le llevó a decir: Si
en mi tarjeta pusiera Emilio, en lugar de Emilia, qué distinta habría sido mi
vida.
En 1888 visitó en Venecia al pretendiente carlista al trono
de España y los artículos que escribió a raíz de la visita contribuyeron a la
escisión del carlismo.
Coincidiendo con la muerte en 1890 de su padre, su obra
evolucionó hacia un mayor simbolismo y espiritualismo, patente en Una cristiana (1890), La prueba (1890), La piedra angular (1891), La
quimera (1905), La sirena negra
(1908) y Dulce dueño (1911).
Esta misma evolución se observa en sus más de quinientos
cuentos y relatos, recogidos en Cuentos
de la tierra (1888), Cuentos
escogidos (1891), Cuentos de Marineda (1892) y Cuentos sacro-profanos (1899), entre otros.
En Una Cristiana y La
Prueba, de 1890, parece trabar polémica a través de la ficción con algunos
de sus detractores morales, como el padre Coloma, Menéndez Pelayo y Pereda. La
diferencia de edad entre enamorados, el cruce de afectos o deberes familiares y
el remordimiento religioso son ingredientes clave.
Adán y Eva, que agrupa las novelas Doña Milagros
(1894) y Memorias de un solterón
(1896), parece, la justificación de su relación con Galdós.
En La Quimera
(1905), retrata un Madrid polvoriento.
En su afán reformador, en 1890 doña Emilia aprovechó la
herencia paterna para crear una revista de pensamiento social y político
totalmente escrita y financiada por ella: Nuevo
Teatro Crítico, titulada en homenaje a Benito Jerónimo Feijoo del que fue
seguidora. En ella se incorporaron ensayos, críticas literarias, noticias sobre
otros escritores y estudios de actualidad política y social con el objetivo de
reflejar la vida intelectual de su época.
En un principio tuvo éxito. Su estilo directo y sinceridad
acrecentó la polémica que ella no desdeñó y le crean fama de vehemente y
revolucionaria. La experiencia duró tres años y en su despedida a los lectores
declaró que había perdido en la empresa humor y dinero.
La rica obra de Emilia Pardo Bazán incluye también los libros
de viajes, como Por Francia y por
Alemania (1889), Por la España pintoresca (1895) y las biografías
San Francisco de Asís (1882) y Hernán Cortés (1914). El profesor Varela
Jácome ha descubierto una novela inédita: Selva.
En el año 2012, se publicó por primera vez en España su
primera novela, escrita con 13 años de edad, Aficiones peligrosas.
Sus extensísimas Obras
completas se imprimieron ya en vida (Obras Completas, Madrid: Imprenta A.
Pérez Dubrull, 1891, 43 vols.), pero la que parece más completa es la póstuma
de 1924 (Obras Completas, Valladolid: Imprenta Colegio de Santiago, S. A.,
1924). Federico Carlos Sainz de Robles hizo otra edición con estudio y notas,
pero limitada a su narrativa: Obras
Completas (Novelas y Cuentos) con
estudio preliminar, notas y prólogo de Federico Carlos Sainz de Robles (Madrid:
Aguilar, 1947, 2 vols.)
La misma editorial imprimió una selección con ese título en
1973 encomendada a un hispanista especializado: Obras Completas, introducción
bibliográfica, selección de material crítico, prólogo, clasificación de cuentos, notas y apéndices de Harry
Kirby. (Madrid: Aguilar, 1973, 3 vols.)
La Biblioteca Antonio de Castro asumió desde 1999 la
publicación entera de sus Obras Completas
(Madrid: Fundación José Antonio de Castro, 1999) por parte del especialista
Darío Villanueva (hoy director de la RAE).
Pardo Bazán fue una abanderada de los derechos de las mujeres
y dedicó su vida a defenderlos tanto en su trayectoria vital como en su obra
literaria. En todas sus obras incorporó sus ideas acerca de la modernización de
la sociedad española, sobre la necesidad de la educación femenina y sobre el
acceso de las mujeres a todos los derechos y oportunidades que tenían los
hombres.
Su cuidada educación y sus viajes por Europa le facilitaron
el desarrollo de su interés por la cuestión femenina.
En 1882 participó en un congreso pedagógico de la Institución
Libre de Enseñanza celebrado en Madrid, criticando abiertamente en su
intervención la educación que las españolas recibían considerándola una «doma»
a través de la cual se les transmitían los valores de pasividad, obediencia y
sumisión a sus maridos.
También reclamó para las mujeres el derecho a acceder a todos
los niveles educativos y a ejercer cualquier profesión.
Aún consciente del sexismo en los círculos intelectuales,
propuso a Concepción Arenal para la Real Academia Española, pero la candidatura
fue rechazada; tampoco aceptaría esta institución a Gertrudis Gómez de
Avellaneda, ni su propia candidatura (rechazada tres veces, en 1889, en 1892 y
en 1912 Academia Española, en la que ella nunca pudo entrar por la
recalcitrante y empozoñada envidia masculina de Menéndez Pelayo y Juan Valera y
a la que sin embargo pertenece in pectore, más grande y por supuesto mucho más
inmortal que la mayor parte de los que han pasado y siguen pasando por ella) por más que en 1906 llegara a ser la primera mujer en presidir la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid
Una conferencia de Emilia Pardo Bazán en el Ateneo de Madrid. Joaquín Vaamonde Cornide |
y
la primera en ocupar una cátedra de literaturas neolatinas en la Universidad
Central de Madrid en 1916.
Pardo Bazán tuvo una intensa vida social que no limitó su
actividad como escritora. Concentraba sus actividades sociales durante los
meses de estancia en Madrid y sus trabajos literarios en los meses que pasaba
en Galicia, generalmente en el Pazo de Meirás.
Pazo de Meirás, BIC, en la actualidad. Fachada principal |
Fachada de las Torres de Meirás en 1900 |
El Pazo cuando lo habitaba la condesa de Pardo Bazán |
Nota sobre el Pazo de Meirás:
Emilia Pardo Bazán diseñó y construyó las Torres de Meirás
(después Pazo de Meirás) sobre la vieja edificación de su familia, fue ella quien
lo amuebló y dispuso sus estancias y allí fue donde vivió más tiempo y escribió
casi toda su ingente obra.
El 11 de agosto de 1936 Jaime Quiroga Pardo-Bazán fue
asesinado por los milicianos, junto a su hijo Jaime Quiroga y Esteban-Collantes, único nieto de doña Emilia, de 17 años, en la matanza de la calle de
Goya de Madrid.
El propietario del Pazo era Jaime, hijo de la escritora, pero
al morir éste la propiedad pasó a la viuda de Jaime la cual, al premorirle
también su hijo, se convirtió en la heredera; ésta se lo vendió al Ayuntamiento
de la Coruña por 400.000 pesetas, incluida la biblioteca y el archivo de doña
Emilia. El Ayuntamiento se lo compró para regalárselo al dictador Francisco Franco que entró en posesión
del Pazo en 1939. Una vez cerrada la venta, no se permitió la entrada de la heredera de Emilia Pardo Bazán, que en vano intentó recuperar sus
pertenencias
Sobre la muerte de Jaime Quiroga y su hijo vid. http://www.libertaddigital.com/opinion/ideas/libros-para-despues-de-reyes-1276211593.html
Desde su primer traslado a Madrid comienza a relacionarse con
políticos e intelectuales de la época entre ellos Giner de los Ríos, amigo de
sus padres, con quien compartió el interés por la educación y las
preocupaciones reformistas y a quien consideró uno de sus mejores amigos.
También Menéndez Pelayo de quien acaba distanciándose tras la polémica de sus
escritos de 1883. Tuvo gran amistad con Pérez de Ayala, Miguel de Unamuno,
Ramón de Campoamor, a cuyas tertulias acudía, o Wenceslao Fernández Flórez.
Desde 1880 mantenía relaciones epistolares con Menéndez
Pelayo y otros escritores críticos como Clarín que fue muy amigo suyo y
prologó su polémico libro La cuestión palpitante. En ella dice que es
simpática, valiente y discretísima,
pero años más tarde declara que se arrepiente del prólogo y empieza a criticar
sus obras.
Tenía múltiples enfrentamientos con José María de Pereda
especialmente cuando éste declaró que una mujer no podía ser académica y mejor
relación con Valera aunque tampoco le apoyó cuando Pardo Bazán quiso entrar en
la Academia.
Admiró y apoyó las obras de los pintores más vanguardistas de
la época como Joaquín Sorolla
Joaquín Sorolla. Autorretrato |
y Aureliano de Beruete
y entre los políticos más importantes de la época destaca su amistad con Castelar, Pi y Margall, Cánovas del Castillo y Canalejas, con quien tuvo muchos debates y contactos.
Retrato de Aureliano de Beruete por Joaquín Sorolla, 1902. Museo del Prado. Madrid |
y entre los políticos más importantes de la época destaca su amistad con Castelar, Pi y Margall, Cánovas del Castillo y Canalejas, con quien tuvo muchos debates y contactos.
Cánovas del Castillo |
Así como intelectuales de la talla de Miguel de Unamuno y Giner de
los Ríos.
Miguel de Unamuno. Retrato de José Gutiérrez Solana |
Era buena conocedora
de las teorías raciales aplicadas a la criminología de Cesare Lombroso.
Cesare Lombroso |
Se separó en 1884 de José Quiroga de manera amistosa. Él
se retiró a vivir a sus propiedades gallegas y ella continuó con su actividad
de escritora en Madrid y Galicia.
José Quiroga |
Pazo de Banga, propiedad de los Quiroga |
Él siguió con interés su carrera e incluso en alguna ocasión
es el organizador de algún homenaje que ella recibe en Galicia.
Cuando en 1912 murió, la escritora guardó luto riguroso durante un año.
El rey Alfonso XIII, le envío el siguiente telegrama a doña Emilia: Condesa de Pardo Bazán e hija. La Reina y yo les enviamos nuestro más sentido pésame asociándonos muy sinceramente a su inmensa pena – Alfonso R.
Posteriormente inició una relación amorosa con Benito Pérez Galdós, por entonces cercano también al naturalismo, con quien había mantenido previamente una relación literaria. La confirmación de esta relación que durará más de veinte años y sus detalles, se revelaron a partir de 1970 tras la publicación de 32 cartas inéditas de Emilia a Galdós. Según la profesora Carmen Bravo-Villasante es posible que la correspondencia con Galdós datase de 1881. De su correspondencia inédita se deduce que la amistad literaria derivó hacia una intimidad amorosa de larga duración no exenta de sobresaltos a causa de sus relaciones esporádicas con jóvenes como Narcís Oller o Lázaro Galdiano. Infidelidades que dolieron al escritor.
Cuando en 1912 murió, la escritora guardó luto riguroso durante un año.
El rey Alfonso XIII, le envío el siguiente telegrama a doña Emilia: Condesa de Pardo Bazán e hija. La Reina y yo les enviamos nuestro más sentido pésame asociándonos muy sinceramente a su inmensa pena – Alfonso R.
Posteriormente inició una relación amorosa con Benito Pérez Galdós, por entonces cercano también al naturalismo, con quien había mantenido previamente una relación literaria. La confirmación de esta relación que durará más de veinte años y sus detalles, se revelaron a partir de 1970 tras la publicación de 32 cartas inéditas de Emilia a Galdós. Según la profesora Carmen Bravo-Villasante es posible que la correspondencia con Galdós datase de 1881. De su correspondencia inédita se deduce que la amistad literaria derivó hacia una intimidad amorosa de larga duración no exenta de sobresaltos a causa de sus relaciones esporádicas con jóvenes como Narcís Oller o Lázaro Galdiano. Infidelidades que dolieron al escritor.
Narcís Oller, retrato de Ramón Casas. MNAC, Barcelona |
Lázaro Galdiano |
La aventura con Lázaro
Galdiano la calificó Pardo Bazán como un
error momentáneo de los sentidos, fruto de circunstancias imprevistas.
Al escritor le marcó profundamente la infidelidad, que, debidamente
disfrazada, quedó reflejada en dos novelas de él — La incógnita y Realidad —
y en una de ella Insolación.
La relación se caracterizó por una gran admiración mutua y la
correspondencia entre ambos revela una gran intimidad literaria y amorosa.
Emilia y Benito |
La condesa Emilia Pardo Bazán murió, como hemos dicho al
comienzo de este artículo, en Madrid el 12 de mayo de 1921 debido a una complicación con la
diabetes que padecía. Al día siguiente de su fallecimiento, toda la prensa
hablaba de la escritora fallecida y le reconocía los méritos y valía que le
negó la sociedad en vida.
Está enterrada en la cripta de la iglesia de la Concepción de
Madrid.
Esquela de Emilia Pardo-Bazán |
Su tumba y la de su hija Carmen en la cripta de la Concepción de Madrid |
OBRA
* Narrativa
Pascual López:
autobiografía de un estudiante de Medicina (1879).
Un viaje de novios
(1881).
La tribuna (1883).
El Cisne de
Vilamorta (1885)
La dama joven
(1885). Novela corta.
Bucólica (1885).
Novela corta
Los pazos de Ulloa
(1886-1887).
La madre naturaleza
(1887).
Insolación
(Historia amorosa) (1889).
Morriña (Historia
amorosa) (1889).
Una cristiana
(1890).
La prueba (1890).
La piedra angular
(1891).
Doña Milagros
(1894)
Memorias de un
solterón (1896).
El tesoro de Gastón
(1897).
El encaje roto
(1897).
La rosa (1899).
El saludo de las
brujas (1899).
El niño de Guzmán
(1900)
Vampiro (1901).
Misterio (1902)
Novelas ejemplares
(1904)
Los tres arcos de Cirilo
Un drama
Mujer
La quimera (1905).
Cada uno... (1907).
Novela corta
La sirena negra
(1908)
Belcebú (1908).
Novela corta
Allende la verdad
(1908). Novela corta
Dulce dueño (1911).
La gota de sangre
(1911). Novela corta
La aventura de
Isidro (1916). Novela corta
La última fada
(1916). Novela corta
Clavileño (1917).
Novela corta
Dioses (1919).
Novela corta
La serpe (1920).
Novela corta
Instinto. Novela
corta
Arrastrada. Novela
corta
La muerte del
poeta. Novela corta
Selva, novela
inédita.
La pipa de kif,
novela inédita
Aficiones
peligrosas (2012), escrita a los 13 años.
*Narrativa corta: relatos
La dama joven y otros cuentos (1885)
La leyenda de la Pastoriza (1887)
Cuentos de la tierra (1888)
Cuentos escogidos (1891)
Cuentos de Marineda (1892)
Cuentos de Navidad y Año Nuevo (1893)
Cuentos nuevos (1894).
Arco Iris (cuentos) (1895)
Cuentos de amor (1898)
Cuentos sacro-profanos (1899)
Un destripador de antaño (Historias y cuentos de Galicia)
(1900)
En tranvía (Cuentos dramáticos) (1901)
Cuentos de Navidad y Reyes (1902)
Cuentos de la Patria (1902)
Cuentos antiguos (1902)
Interiores (1907)
Cuentos del terruño (1907)
Sud-exprés (cuentos actuales) (1909)
Cuentos trágicos (1912)
*Ensayo y crítica
Estudio crítico de
las obras del padre Feijoo (1876).
Los poetas épicos
cristianos (1895).
La cuestión
palpitante (1883).
La revolución y la
novela en Rusia (1887).
De mi tierra
(1888).
Los pedagogos del
Renacimiento, Madrid, Fortanet (1889).
Nuevo Teatro
Crítico (1891-1892).
Polémicas y
estudios literarios (1892).
La nueva cuestión
palpitante (1894)
Lecciones de
literatura (1906)
La literatura
francesa moderna (1910-1911).
Tomo I, El
Romanticismo, Madrid: V. Prieto (1910).
Tomo II, La
transición, Madrid: V. Prieto (1911).
Tomo III, El
Naturalismo, Madrid: Imp. Prudencio Pérez de Velasco (1911).
La cocina española
antigua (1913).
La cocina española
moderna (1913).
Porvenir de la
literatura después de la guerra (1917).
La mujer española y
otros escritos (1916).
El lirismo en la
poesía francesa (Obra póstuma), Madrid, Pueyo (1921).
*Conferencias y discursos
Discurso leído por Emilia Pardo Bazán Presidenta de la Junta
provisional del Folklore gallego, La Coruña, Fregenal a cargo de Tórrellas y
Cía. (1884).
El Folklore gallego en 1884-1885.
El Folklore gallego en 1884-1885. Sus actas y acuerdos y
discursos, por Emilia Pardo Bazán y Memoria por Salvador Golpe. Madrid: Tip. de
Ricardo Fé (1886).
Discurso inaugural del Ateneo de Valencia pronunciado la
noche del 29 de diciembre de 1899, Madrid: Tip. de Idamor Moreno (1899).
Madrid. La España de ayer y la de hoy (Conferencias de
París), Madrid: A. Avrial (1901).
Discurso pronunciado en los Juegos Florales de Orense la
noche del 7 de junio de 1901. Tema: Los males de la Patria La Coruña: Tip. de
la Casa de la Misericordia (1901).
Discurso a la Memoria del Poeta José María Gabriel y Galán.
Salamanca (1905)
*Libros de viajes
Mi romería
(recuerdos de viaje) (1887)
Al pie de la torre
Eiffel (Crónicas de la Exposición), Madrid, La España Editorial (1889).
Al pie de la torre
Eiffel, Madrid, Est. Tip. Idamor Moreno (1899).
Por Francia y por
Alemania (Crónicas de la Exposición), Madrid, La España Editorial (1889).
Por la España
pintoresca, Barcelona, López editor, (1895).
Cuarenta días en la
Exposición, Madrid, V. Prieto y Cía. (1900).
Por la Europa
católica, Madrid, Est. Tip. Idamor Moreno (1902).
Desde la montaña.
Ed. de José Manuel González Herrán y José Ramón Saiz Viadero, Santander, Tantín
(1997).
Viajes por Europa, Madrid,
Bercimuel (2003).
Viajes por España,
Madrid, Bercimuel (2006).
Apuntes de un
viaje. De España a Ginebra [1873], reproducción facsímil. Edición de José
Manuel González Herrán, Santiago, Universidad de Santiago de Compostela-Real
Academia Gallega (2014)
*Obra periodística
De siglo a siglo, Madrid, Est. Tip. Idamor Moreno (1902).
Nuevo Teatro Crítico,
Madrid, La España Editorial (1891-1893).
La Revista de Galicia
de Emilia Pardo Bazán (1880). Estudio y edición de Ana M.ª Freire López, La Coruña,
Fundación Pedro Barrié de la Maza, Conde de Fenosa (1999).
La obra periodística
completa en La Nación de Buenos Aires (1879-1921). Edición de Juliana Sinovas
Maté, La Coruña, Diputación Provincial (1999), 2 vols.
Cartas de la Condesa
en el Diario de la Marina, La Habana (1909-1915). Edición de Cecilia
Heydl-Cortínez, Madrid, Pliegos (2002).
De siglo a siglo
(Edición facsímil a partir del volumen de Obras completas), Madrid, Senado,
Servicio de Publicaciones del Senado (2002).
*Teatro
El becerro de metal. (Madrid,
R. Velasco impr. (1909).
Teatro completo. Edición de Montserrat Ribao, Madrid, Akal
(2010).
El vestido de boda. Monólogo, Madrid, Est. Tip. de Idamor
Moreno (1899).
La suerte. Diálogo dramático, Madrid, Est. Tip. de Idamor
Moreno (1904).
Verdad. Drama en cuatro actos, en prosa, Madrid, R. Velasco
impr. (1906).
Cuesta abajo. Comedia
dramática en cinco actos, en prosa, Madrid, R. Velasco impr. (1906).
Las raíces: comedia
dramática en tres actos, en prosa
El becerro de metal:
comedia dramática en tres actos, en prosa
Juventud: comedia
dramática en tres actos, en prosa, original
*Biografías
San Francisco de Asís, siglo XIII, Madrid, Librería de Miguel
Olamendi (1882), 2 tomos.
Hombres y mujeres de antaño (Semblanzas), Barcelona, López
(1896).
Retratos y apuntes literarios, Madrid, Administración (1908).
Hernán Cortés y sus
hazañas, Madrid, La Lectura (1914).
Francisco Pizarro o Historia de la conquista del Perú,
Madrid, Voluntad (1917).
Cuadros religiosos, Madrid, Pueyo (1925).
*Poesía
Jaime (1876)
Jaime, Madrid, Imprenta de A. J. Alaria (1881).
Jaime, Nancy,
Imp. Berger-Levrault & Cie. (1886).
Jaime, Madrid, Jesús López (1924).
Poesías inéditas u olvidadas. Ed. de
Maurice Hemingway, Exeter, University of Exeter Press (1996)
*Traducciones
John Stuart Mill, La
esclavitud femenina; con un prólogo de Emilia Pardo Bazán, Madrid,
Administración (189-?).
*Epistolario
Cartas a Galdós, edición de Carmen Bravo-Villasante, Madrid,
Turner (1978)
Parreño, Isabel
(2013). Juan Manuel Hernández, ed. Miquiño mío (Cartas a Galdós). Turner.
Vida y obra literaria de Emilia Pardo-Bazán
Manuscritos de Emilia Pardo Bazán |
Vida y obra literaria de Emilia Pardo-Bazán
Adenda:
Creemos que es de justicia enaltecer su figura, hoy injustamente
olvidada, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer.
CODA: este artículo se publicó en la edición en papel del periódico del Campo de Gibraltar Europasur el jueves 8 de marzo de 2018, Día Internacional de la Mujer, páginas 48 y 49
y también en su edición digital
http://www.europasur.es/ocio/Emilia-Pardo-Bazan-feminismo-Espana_0_1225077667.html
CODA: este artículo se publicó en la edición en papel del periódico del Campo de Gibraltar Europasur el jueves 8 de marzo de 2018, Día Internacional de la Mujer, páginas 48 y 49
y también en su edición digital
http://www.europasur.es/ocio/Emilia-Pardo-Bazan-feminismo-Espana_0_1225077667.html
Excelente trabajo sobre mi admirada Emilia, una mujer inteligente y tenaz, que supo demostrar que las mujeres, con la debida preparación, son igual de capaces que los hombres para realizar lo que se propongan. Gracias Eduardo, por mostrarnos una manera que hace más fácil conocer a gente extraordinaria.
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