Rabindranath Tagore
Sueño
Sentía que el carro de Rabindranath
Aplastaba con sus ruedas doradas
El rubí lanzado al paso del rey.
Era como si la vida quedara
Allí también
Triturada
Charles Baudelaire
El extranjero
¿ A quién quieres extraordinario
extranjero ?
Quiero a las nubes...a las nubes
que pasan...
( C. Baudelaire )
A lo lejos queda la ciudad tecnificada y fría.
Esta tarde estás buscando el calor de la vida,
Por eso has ido hacia el lugar que sabemos,
Por eso has dejado atrás tantas cosas.
Vas con tu bicicleta.
Es el último estertor de un agonizante que se resiste.
A un lado y a otro del sendero se levantan las chumberas.
El sol quiere quemar el polvo del camino,
Pero sus rayos, demasiado débiles,
Se reflejan en los resecos arbustos.
Estás con la mirada fija en el horizonte.
A la derecha, el mar pugna por entrar en los viñedos.
A la izquierda, los altos pinos dan sombra a aquellas piedras
Siempre tristes.
El canto de la chicharra está a punto de cesar.
Te has detenido, has dejado abandonada la bicicleta
Y te has puesto a mirar la mar.
Sin saber por qué, se agolpan los versos del poeta,
El mar
sonríe a lo lejos.
Dientes de espuma,
labios de cielo.
¿ Qué vendes, oh joven turbia
con los senos al aire ?
Vendo,señor, el agua
de los mares.
...
¡ Amarga mucho el agua
de los mares !
Y de pronto la chicharra ha enmudecido
Y has caminado hacia el mar.
Los gatos orientales
¿ Por qué - me preguntas - existe esta angustia
Que me agobia ?
Es que la vida - te explico - va dejando su poso,
A veces demasiado áspero, y no podemos apartarlo.
Y te cuento historias tristes de vidas también agobiadas
Y otras historias lejanas, fantásticas,
Para hacerte olvidar esa pena que hiere.
Yo sé , pienso, que sientes que tu vida
Está quebrada y marchita.
Es que se rompieron demasiado pronto tus ilusiones
Y no supistes reunir los pedazos.
Estuvistes buscándolos mucho tiempo inutilmente,
Porque ya no existían.
Estabas cansado de buscar,
Cuando ,en silencio, recogistes los últimos trozos
Y tratastes de reconstruir el rompecabezas de tu vida.
¿ Por qué esta angustia ?
Y te vuelvo a narrar esas historias orientales,
Los chinos ven la hora en los ojos de los gatos...
Pareces reflexionar la contestación a tu insistente pregunta:
La respuesta está en la vida.
Y es entonces cuando me he acercado a la ventana
Y he visto jugar a los niños entre risas.
Te he llamado y he creído ver volar
Una chispa de esperanza en tu mirada.
De mi poemario TIEMPO ( Madrid 1967 - Sotogrande 2009 )
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