Jose Luis Tobalina |
José Luis Tobalina Cuerda (Tete para la familia y amigos
íntimos, a los que tuve la suerte de pertenecer) nació en Algeciras el 29
septiembre 1960 y falleció también en esta ciudad, a los 48 años, el 25 de
noviembre de 2008. Estudió Derecho en la Universidad de Granada y trabajó desde su fundación, en
1989, en el periódico del Campo de Gibraltar Europasur del que fue redactor jefe.
Además de los artículos escritos en Europasur fue un excelente poeta, aunque publicó poco en vida, solo
algo y en publicaciones aisladas.
Lo primero que sabemos publicó fue en el número 1 de la
revista Nefelibata (palabra que
significa según el diccionario de la RAE persona
soñadora, que anda por las nubes) surgida en 1983 en Granada y que contiene
un enorme tesoro, el que probablemente sea el primer poema publicado por el escritor
y periodista. Este es el poema que
aparece en la página 49 de ese número 1:
Poema
A Pilar L.
Esta es la noticia:
Tu oscura piel se alejó
de mi contacto.
(Miradas tenaces,
furtivos, anhelados
besos
-
noche cómplice y confidente -
intentos de serte,
siempre, único.
Cuerpo oculto,
misterioso...)
Mi respuesta es:
el aire que respiro
vacío se quedó sin tu aliento.
(Madrugadas solitarias.
Mares y olas y espuma y
distancia,
- constante y fatal simbología –
llanto en las sombras
entre llantos
ocultos. Recuerdos...)
En el nº 28 es donde publicó José Luis Tobalina |
También en Almoraima, -
la revista del Instituto de Estudios Campogibraltareños - nº 28 (Suplemento de creación literaria y
artística, correspondiente a octubre
de 2002, en las páginas 55 a 63) publicó Donde solo habitan la nada y sus olvidos.
Te he invocado, táctil,
esta noche
porque preciso con
urgencia de tus recorridos. Mi piel, áspera, se contrae a golpes de recuerdos.
Busco el deletreo de tus dedos:
pasión, ausencia, odio,
miedo.
Te he invocado, a
solas, esta noche porque quiero reconocerme, por fin, en toda la dimensión de
tu presencia.
***
Solo, sueño un susurro
de tu seno,
una señal de tu silueta
hecha voluta veloz en
su vuelo de viruta. Y soy ceniza, paz,
miedo,
pánico,
apenas nada, un tímido
latido sin ritmo
que deja la palabra
como un parto o una promesa en el lugar de partida,
para que la luz se haga
líquido fundido en lo
profundo de tu lago
***
Y si dejara suspenso el
texto o sus explicaciones,
si vinieras a gozarme
con francas melodías, con altibajos,
con tu boca cargada de
razones,
con el puñal hiriente
de amaneceres solitarios, tal vez yo me entendiera,
tal vez fletara una
expedición dispuesta a la conquista. Pero no sabemos de discursos,
sólo de roces que
susurran roces
y es así como te
quiero, sin más declaraciones, sin el miedo a perderte, sin brújulas o
episodios.
Si dejara en suspenso
el tiempo te desvanecerías
y yo ya no dispongo de
ninguna de las fórmulas de la magia para regresarte.
***
Te he descrito seno y
abismo
y han sido los papeles
testigo. Doy fe.
De la tinta que sollozo
surges crepuscular y cierta
He acentuado los
adjetivos y conjugado tus presencias.
Elegí cada una de las
músicas
que debían envolver la íntima resurrección de
los cuerpos.
Silencio, susurro,
roce.
Sereno, sexo, risa . .
. dictado
deuda, dádiva.
Circunferencias eres, redondez, volumen, círculo mientras aún
te adivino secreto,
ecuación
e incógnita.
***
De tu voz de mar nacen
tempestades que apagan mi grito. Te juro que no invento los naufragios. Tu sí;
He visto cómo ordenas
los fracasos en el armario de mi alma
y después cierras y
arrojas la llave al olvido.
Ahora me alimento de
tus ausencias
y a borbotones estás
aquí presagiada aunque finjas,
aunque ya no me seas a
conciencia.
No sé para qué serte,
ni que existas. Perdóname si no te supe construir orilla, si no supe ser mar.
De tu voz de mar nacen
tempestades ...
Y en tu seno quiero habitar mis
cenizas.
***
Qué frío el dibujar la
línea errante del poema y sus palabras para combatir el tiempo,
qué terquedad por el
anuncio de toda la belleza, qué transcurrir vacío del ser.
Si a una idea sucediera
otra y a esta un silencio, quizá ese tiempo quedara suspendido,
tal vez lograra cerrar
una elipse, al menos triste.
Pero ha de surgir el
grito y he de reconocerlo
para que la vida no se
retire a su aposento oscuro donde sólo habitan la la nada y sus olvidos.
El 6 de mayo de 2010 tuvo lugar en la Fundación Municipal de Cultura José Luis Cano de Algeciras la presentación del poemario inédito de José
Luis Tobalina Trilogías, editado en
colaboración entre la misma Fundación y el diario EuropaSur y que el mismo poeta, (antes de fallecer) - como dijo su
hermana la poeta Paola Tobalina el día de la presentación del poemario - le dio un orden y un sentido final dejándolo
todo bien atado. Su voluntad fue que fuese publicada y ahora se cumple su
deseo.
El patio del Hopital de la Caridad |
Presentación de Trilogías en la Fundación Municipal José Luis Cano (antiguo Hospital de la Caridad) |
La obra lleva prólogos de Luis García Montero y Juan José Téllez. Trilogías está formado por un conjunto de poemas verdaderos, escritos cara a cara, con los ojos puestos en las claves de la vida. Son un ejercicio de despojamiento e introspección, escribe García Montero.
Y Téllez se percibe un rastro de lluvia y la lenta humareda de un cigarro. Quizá un garito que cierra tarde y una ciudad que amanece temprano. Hay un niño que juega, corazones en litigio y un inequívoco presentimiento de fatalidad.
Ambos escritores y poetas conocieron mucho a Tete.
Algunos de sus poemas que no están incluídos en Trilogías:
Hace ya tanto tiempo
que no lloro
que me ha crecido un
mar en el pecho,
un crepúsculo en el
alma,
una especie de niebla
tibia en la retina.
Recuerdo apenas como se
deletrea nostalgia,
como se conjuga amar
y su presente de
indicativo.
Intento regresar a mi
boca
aquellas palabras
primeras que te dije
y solo se de
costumbres.
Hace ya tanto tiempo
que no sueño…
***
Transparente ausencia
eres cuando te haces lejana.
Te recuerdo en la última despedida
sonriendo melodías de adioses.
"Me voy al mundo”,
dices con los ojos,
y ensanchas mis horas
hasta convertirlas en nostalgia que duele.
Tal vez no lo
entiendas. Yo tampoco.
La vida es abandonarse
a un instante para ganar todas las certezas.
Por eso cuando regresas
de cosechar emociones,
te miro cansado de
llorar ausencias
y resucito para seguir
atado a ti en las horas futuras.
***
LAS ALAS DEL ÁNGEL
El viaje a través de un
cuerpo es el más hermoso viaje.
Regreso a ti desde una
ciudad de aceras oxidadas,
desde la lluvia y sus
charcos,
desde la ventana que
apaga las sombras al cerrarse,
desde el muro metálico
de los bares.
Regreso porque eres
libre en tu palabra y me convocas.
Regreso para que me
dejes volar sobre tu cuerpo,
para espantar los
fantasmas del miedo resguardados en tus
senos,
para rendirme a tu boca
y sus secretos,
para quedar atrapado,
cierto y exacto,
entre las alas del
ángel que te ha crecido en el alma.
Y aquí el artículo que publicó Europasur el 25 de noviembre de 2008, día de su fallecimiento, y que probablemente fuese lo último lo último que escribió:
ACERO Y CRISTAl
Hay algo que me
sorprende del ser humano: esa dualidad innata y a veces oculta que le hace ser
a la vez frágil como el cristal y duro como el acero. Alguna de esas
condiciones permanecen años escondidas en el interior de uno mismo ofreciendo
una imagen distorsionada de la persona, dejándola a medias y convirtiéndola en
una especie de ser-luna del que sólo conseguimos ver una de las caras.
Por eso el hombre es
extraordinario en el mundo de los seres vivos y en ocasiones podemos contemplar
que el más duro de ellos es capaz de romperse en mil pedazos y dejar aflorar
una emoción brutal que quizá sea fruto de tantos años intentando guardársela
muy dentro para no aparentar lo que se es o, simplemente por miedo a sentirse
vulnerable ante los demás. En el lado opuesto, personas que viven encerradas en
una especie de urnas, siempre reservándose de cualquier agresión que venga del exterior,
con la emoción al borde del derrumbe psicológico, sorprenden en ocasiones con
una fuerza interior que les hace capaces de enfrentarse a situaciones de las
más duras imaginables. Hoy en día estamos viviendo una época de triunfadores,
pero de triunfadores light, de quita y pon y eso no deja ver la auténtica
dimensión de la personalidad moderna, oculta tras una máscara. Sólo estamos
ante el producto de un tiempo. A poco que rasques en ellos, nos encontramos con
la nada. Mientras tanto, el grupo formado por aquellos que preservan las
emociones, vigilan el mundo. Lo hacen desde la fragilidad. Desde sus miedos,
desde su cristalina forma de ver la vida. Encerrados en sus urnas. A veces no
entienden lo que hay y no se involucran por temor a verse envueltos en algo que
piensan que no les va a permitir encontrar su lugar en el mundo.
Porque todos tenemos
ese sitio aguardándonos. No se trata de un dónde físico, más bien de una
condición que completa nuestro paisaje interior, un lugar en el que conjugamos
nuestro verbo ser en toda su dimensión porque en él nos permitimos y soñamos
con ser lo que en la realidad cotidiana nos olvidamos o nos negamos.
¿Y si emoción y acción
se unieran? ¿Y si acero y cristal se moldearan en un todo? Sería el mundo que
muchos han soñado: frágil y duro, como el propio ser humano en su lugar
encontrado y en puro equilibrio vital.
Cubrió - como corresponsal de Europasur - mientras se celebró, el Festival Internacional de
Música de Jimena de la Frontera (Cádiz). El que esto suscribe lo acompañó a
todos los actos de los distintos Festivales que, en verano, tenían periodicidad
anual.
Y prueba de su exquisita sensibilidad y talla poética fue la columna que publicó (con motivo del II Festival) en la pag. 19 – la conozco bien porque en la pag. 20 se publicó un art. mío - de Europasur el 29.7.2002 titulada Gracias Jimena y de la que debo resaltar este párrafo:
Y a los me alentaron,
me aconsejaron
y me enseñaron lo que
es la grandeza
del ser humano
agazapada detrás de
de una humildad eterna.
Europasur 29.7.2002 pag. 19 |
Como profundo conocedor de la idiosincrasia de los habitantes
de la ciudad doy fe que supo captar, como pocos, su espíritu.
Y casi finalizo con lo que publicó el periodista, residente en Granada, Guillermo Ortega (Algeciras 1966) en su website
Guillermo Ortega |
en octubre de 2013 bajo el título Va por ellos (también
habla de otro poeta y periodista, Rafael Viso, columnista de Europasur, fallecido dos meses después de Tete y por la
misma enfermedad).
Han sido muchas, muchísimas, las veces que me he acordado de él en los casi cinco años que han pasado. Se me quedó marcada una frase que escribió en uno de sus poemas: “A veces la vida te agarra por las solapas”, decía, y aparte de ser la pura verdad, está expresada con una sencillez y una rotundidad que tiran de espaldas. En cinco años, la vida puede llegar a agarrarte por las solapas un montón de veces.
Y ahora sí termino con los versos de otro poeta andaluz y lo evoco con sentimiento y admiración
De José Luis Tobalina dice lo que sigue:
Han sido muchas, muchísimas, las veces que me he acordado de él en los casi cinco años que han pasado. Se me quedó marcada una frase que escribió en uno de sus poemas: “A veces la vida te agarra por las solapas”, decía, y aparte de ser la pura verdad, está expresada con una sencillez y una rotundidad que tiran de espaldas. En cinco años, la vida puede llegar a agarrarte por las solapas un montón de veces.
Era un tipo tranquilo,
parsimonioso, casi diría que inalterable. Le llamabas a las once de la noche al
periódico, o te plantabas allí como me pasó a mí de regreso de un reportaje con
la Policía Local en el que, cosas de la vida, presencié en directo la detención
de un supuesto acosador, le soltabas la película y, sin inmutarse, contestaba:
“Bueno, pues habrá que contarlo, ¿no?”. Y deshacía el periódico, a esas alturas
ya montado y listo para entregarse. Envidiaba y envidio esa compostura,
viviendo como vivo a un paso de la ansiedad y saliendo siempre a la calle con
un alprazolam en el bolsillo, por lo que pueda pasar.
Y no envidio, pero sí
admiro, el buen cartel que tenía entre las mujeres. No pocas decían de él que
era un tipo muy atractivo, un seductor nato. Era educado, galante y culto, y
miraba a los ojos mientras escuchaba. Cuando hablaba exhibía una voz varonil,
no engolada, un punto tímida porque en el fondo era un hombre retraído; es
difícil saber cuán grande era su vida interior, pero creo que muchísimo. Por eso
se refugiaba en la poesía.
Aun así, cuando reía lo
hacía con franqueza, a veces de forma explosiva. Le gustaba mucho explorar
todos los rincones de la vida y me alegro de que en la medida de sus posibilidades lo hiciera.
Y ahora sí termino con los versos de otro poeta andaluz y lo evoco con sentimiento y admiración
Aún creo ver tus ojos,
Tras las desnudas cimas,
Por el aire profundo
Y ya frío, con la noche
Que imperiosa se alza
Luis Cernuda del final
del poema scherzo para un elfo
Si todo es azul y
desciende vertical sobre las cosas... (Fluir, José Luis Tobalina)
CODA: Agradezco a Concha Cuerda, su madre, la ayuda prestada en la elaboración de este artículo, igualmente a su tía Belén Rodríguez Puelles y a su prima Isabel Cuerda .
gran trabajo el que has realizado a Tobalina ¡enhorabuena!
ResponderEliminar