El monasterio se fundó en el año 1717 para dar cumplimiento a
la obligación que tenía cada provincia carmelita de establecer en su territorio
un lugar de retiro para desarrollar la renovación de la Orden Carmelita
impulsada por Santa Teresa de Jesús (1515-1582) y San Juan de la Cruz
(1542-1591).
Su ubicación próxima al río Celemín, con numerosas fuentes
ricas en aguas salutíferas y un microclima benigno, hizo que el edificio se
concibiera no sólo como residencia monástica sino también como hospedería.
Afectado por las leyes desamortizadoras de Juan Álvarez Méndez (Mendizábal) de
1835, el recinto quedó abandonado y posteriormente en estado de ruina.
Mendizábal |
Fue diseñado por el fraile carmelita José de San Miguel, que
además era arquitecto, según la tipología instaurada en los hospitales
renacentistas españoles, que toma como modelo el Monasterio de El Escorial y se
adecua a la austera regla de la Orden del Carmelo. La utilización del estilo
herreriano en pleno siglo XVIII, así como otros elementos de estética gótica,
dotan al edificio de un anacronismo estilístico que constituye uno de sus
principales rasgos.
El conjunto monacal, situado a 16 kilómetros del centro
urbano de Medina Sidonia, se alza en medio de un paisaje arbolado del que
sobresale el volumen de la iglesia por su mayor altura. Su planta cuadrada
presenta dos salientes, uno en la fachada norte que corresponde al zaguán y
otro en el lado sur usado como cuadra o granero.
Un artículo de Luis Mora-Figueroa
(El monasterio del Cuervo. Desierto eremítico carmelitano) exprofesor de
arqueología medieval de la Universidad de Cádiz, publicado en Enciclopedia Gráfica Gaditana.
Vol. II nº 11. 1984, dice respecto al Monasterio:
Luis Mora-Figueroa |
El monasterio de la
Garganta del Cuervo se encuentra en el extremo SE del término municipal de
Medina Sidonia, en tierras de la pedanía de Benalup de Sidonia, anteriormente
conocida por Casas Viejas, distando por carretera 72 kms. de Cádiz, 32 de
Medina Sidonia, 16 de Benalup/Casas Viejas, 33 de Los Barrios, y desde
Gibraltar 32 millas.
Se accede al edificio
central del convento, a la Garganta del Cuervo, a partir del tramo de carretera
local que une Benalup con la comarcal 440 (Alcalá de los Gazules-Los Barrios)
en su PK 78; de la local, en su PK 24,500, a la altura del Puerto del Moro,
parte hacia el sur un carril que remontando por su margen derecha el cauce alto
del Celemín, penetra en un amplio valle cerrado, la Garganta del Cuervo.
El emplazamiento, en
las vertientes septentrionales de Sierra Blanquilla, en la cabecera del
Celemín, sigue un eje aproximado NW-SE, flanqueando a levante por los riscos
que corren entre los vértices de La Cebada y El Cuervo, a poniente por la
cuerda del El Alisoso, y cerrado hacia el Sur por el Cancho de los Venados, los puertos del Viento y del Hombre, con
alturas de hasta 634 metros, estando emplazado el monasterio a media ladera de
levante, a 360 metros de altitud. Todo ello forma parte
de las llamadas Sierras del Algibe, litológicamente constituidas por areniscas
oligocenas, que afloran por sus laderas y crestas en grandes formaciones
rocosas compactadas de color blanquecino, de las que se obtuvo la cantería para
labrar el cenobio y los eremitorios, molinos y fuentes circundantes. El aspecto
que ofrecía a comienzos del siglo XVIII, afortunadamente igual hoy día, impresionó a los primeros frailes que
visitaron la garganta, y que alabaron sus aguas herrumbrosas y delgadas, la vereda de acceso difícil de
encontrar y fácil de perder, que les permitía un grato aislamiento:
Igual es su embeleso por la fauna del lugar
“Otra no menor causa
aiuda al recreo, i al Espiritu antes que salgamos de esta espeña
breña; i es, que de entre sus encrespados laberintos se dexan ver muchas reses,
ia el enfurecido jabalí, ia el corzo ligero, ia las cabras montensas, i otros
montaraces Brutos; i en sus copudos
cogollos anidan diversas especies de Avecillas, que al paso que recrean con sus
sonoros cantos llaman al Espíritu a las celestiales músicas. Esta, i mucho mas
es la hermosura i recreo del interior de la Garganta”
A medida que se penetra
en la Garganta, el Celemín va perdiendo su habitual cortejo de fresnos, adelfas
y zarzas, para configurar biotopos mucho más inusitados a base de alisos,
laureles, quejigos y algún castaño asilado, con
sotobosque de rododendros, durillos, grandes
helechos y considerable variedad de hongos aprovechando la gruesa y húmeda capa
de humus, entre ellos el característico “cuesco de lobo”. En zonas algo menos
húmedas y más altas, se impone el alcornoque y su cortejo arbustivo de
madroños, brecina, lentiscos, arrayanes, aulagas y acebuches; para quedar las
cotas altas batidas por el viento con un espeso monte bajo de brezos y jara
cervuna.
La comunidad animal es
variada; entre los mamíferos destacan venados, corzos, zorros, ginetas y
melones; entre las aves más de setenta especies residentes u ocasionales
observadas, destacaremos las águilas culebreras, calzadas y ratoneras, el
alimoche, buitre leonado, milano negro, aguilucho cenizo, halcón peregrino y
azor; y entre las rapaces nocturnas el cárabo y la lechuza común; igualmente el
Martín pescador, el jilguero común, pinzón, verderón, carbonero, herrerillo,
arrendajo, petirrojo, roquero, etc. Respecto a reptiles y anfibios, resaltan
las culebras de agua y de escalera, el lagarto ocelado, las lagartijas comunes,
colilarga y cenicienta, el galápago leproso, salamandra, tritón, etc.
Curiosamente, el ave epónima brilla por su ausencia, aunque una pareja de
halcones peregrinos cría en un nido abandonado de cuervo. Antes debieron
abundar relativamente, y no sólo el intendente de San Elías. Este panorama
zoobotánico, muestra evidente de aislamiento y escasa presencia humana, es el
mismo que se encontraron los frailes carmelitas que a título aun experimental se establecieron en la Garganta
del Cuervo en Diciembre de 1713, en tiempo de la Fundación.
El Monasterio depende administrativamente de Medina Sidonia,
pero el pueblo que está más cerca es Benalup-Casas Viejas.
Hasta aquí el art. de Luis Mora-Figueroa.
El Monasterio depende administrativamente de Medina Sidonia,
pero el pueblo que está más cerca es Benalup-Casas Viejas.
Desde siempre fue posible su visita en virtud de un convenio
firmado entre la propiedad, el Ayuntamiento de Medina Sidonia y la Consejería
de Cultura de la Junta de Andalucía.
En 2003 el ayuntamiento de Medina Sidonia suspendió las
visitas al Monasterio.
En 2006 se inician importantes obras en el edificio del
Monasterio y en el resto de la finca (nuevos accesos y edificaciones), con el
apoyo de la Consejería de Medio Ambiente y de la Consejería de Cultura de la
Junta de Andalucía, así como del Ayuntamiento de Medina Sidonia.
El 5 de febrero de 2013 el Consejo de Gobierno de la Junta de
Andalucía inscribe, en el Catálogo
General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de monumento, el
Monasterio de San José del Cuervo en Medina Sidonia.
Tras la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio
Histórico Andaluz, con la tipología de monumento, el Monasterio de San José del
Cuervo debería poder ser visitado, por Ley, al menos cuatro días al mes pero lo
cierto es que en la actualidad no se puede visitar.
Pese a que las denuncias de la situación han sido abundantes
el asunto de las visitas al Monasterio
del Cuervo sigue sin solucionarse, fundamentalmente, por la oposición de la
actual propiedad que alega que hay que esperar a que se resuelvan un
contencioso y unos recursos interpuestos por la misma.
El monasterio, principalmente en el siglo pasado, estuvo
rodeado de misterios y leyendas, ya que entre 1756 y 1772, con la iglesia
construida, comienzan a realizarse enterramientos en la misma que perduran
hasta 1805. Está documentado que en la iglesia y sus aledaños están enterrados, al menos, 70
cuerpos tanto de monjes allí fallecidos
como de los enfermos, también fallecidos, que vivían en su hospedería a la que
acudían muchas personas atraídas por las saludables propiedades minero –
medicinales de las fuentes próximas. Todavía subsiste la de Santa María.
Vid.
El médico José Miravete y Martínez en julio de 1763,
procedente de Villanueva de los Infantes en Ciudad Real, visita el cenobio y en
1770 publica en Cádiz un opúsculo sobre las curativas aguas que sanaban de
histeria, escorbuto, parálisis, caquexia, o fiebres tercianas y cuartanas (lo
que hoy conocemos como paludismo).
El historiador asidonense Francisco Martínez y Delgado (1734-1804)
afirma que el monasterio era grande, con espacios claustros y con
capacidad para muchas familias que lo frecuentaban por el beneficio de sus
aguas medicinales.
Para que no faltara nada a la leyenda la Inquisición también
está presente en la vida de este lugar y es que se dice que en su interior se
llevaban a cabo prácticas inquisitoriales de muy diversa índole; lo cual es una
fábula porque en época del monasterio la Inquisición estaba en total decadencia
(su abolición se produjo pocos años después por las Cortes de Cádiz el 28 de
febrero de 1813).
Algunas personas que habían pasado la noche allí afirmaban
haber sentido que estaban siendo observados, que al entrar en el edificio era
como si estuviesen entrando en otra dimensión. En ocasiones se han encontrado
restos de campamentos que habían sido abandonados de forma rápida, como si algo
les hubiera obligado a marcharse de allí.
La curiosidad juvenil nos condujo, en 1975, al que esto
suscribe y unos amigos a pasar la noche en el ya mítico Monasterio del Cuervo y
debo confesar que nada paranormal aconteció, aunque pudimos disfrutar del
magnífico paisaje y la belleza del cenobio ya en estado semiruinoso lo que no
obstaba para admirar su añeja estética y las numerosas huellas que dejó la
Orden Carmelita.
Vista parcial del Monasterio cuando lo visité en 1975
En 1975
El monastrio en 1975 cuando pernocté en él
;
La restauración
En mi opinión la restauración no es muy afortunada.
Alicia Klein (fallecida en 2007) y su marido el conde de Villapadierna (1909-1979) |
Su hijo Felipe, actual conde de Villapadierna, vive en el campo en una finca muy próxima a Sotogrande.
Rita Hayworth y el conde de Villapadierna en los toros
Su actual propietario es Ricardo Arranz, que junto a su esposa Alicia Padierna de Villapadierna Klein, hija del conde de Villapadierna - fallecida en 2018 y cuyas cenizas fueron depositadas en El Cuervo, donde están también enterrados sus padres los condes de Villapadierna - crearon, en Benahavís el lujoso Hotel Villa Padierna, donde se alojó Michelle Obama en el verano de 2010.
He pasado algunos días viviendo en el Hotel y, también en mi opinión, tiene unas habitaciones magníficas pero el excesivo lujo del mismo no cuadra con mi idea de la estética ni creo cuadraría con la de Jaime Parladé (1930-2015) marqués de Apezteguía, grande de España y una de las personas que hizo posible la mejor época de Marbella.
Su actual propietario es Ricardo Arranz, que junto a su esposa Alicia Padierna de Villapadierna Klein, hija del conde de Villapadierna - fallecida en 2018 y cuyas cenizas fueron depositadas en El Cuervo, donde están también enterrados sus padres los condes de Villapadierna - crearon, en Benahavís el lujoso Hotel Villa Padierna, donde se alojó Michelle Obama en el verano de 2010.
En su campo de golf han estado jugando, en un mismo día,
Felipe González y José María Aznar.
Hotel Villa Padierna |
He pasado algunos días viviendo en el Hotel y, también en mi opinión, tiene unas habitaciones magníficas pero el excesivo lujo del mismo no cuadra con mi idea de la estética ni creo cuadraría con la de Jaime Parladé (1930-2015) marqués de Apezteguía, grande de España y una de las personas que hizo posible la mejor época de Marbella.
Por eso, a mi parecer, el excesivo lujo que se desprende del vídeo ut supra creo desvirtúa y mucho lo que en su día debió ser el austero Monasterio, hoy BIC.
No obstante es de agradecer se haya evitado su ruina total.
Alicia Villapadierna y Ricardo Arranz en una imagen de archivo |
Libro de Rosario Fresnadillo |
Prof. Dra. Rosario Fresnadillo |
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ResponderEliminarSolía ir en mis tiempos mozos, cuando era posible atravesar la serranía sin tantas restricciones, y alguna vez en maniobras militares, aunque la zona no fuera militar. La última vez lo hice en solitario, en el 89, cuando pertenecía, creo que a un individuo de origen belga, el que supongo, aún no permite el paso. Llegó a querellarse incluso contra el Ministerio de Defensa. Sabiendo cómo estaba el percal, básicamente me infiltré en el territorio al atardecer, haciendo noche en el monasterio. Tampoco tuve experiencias paranormales, y dormí a pierna suelta en un rincón de la cripta. Al día siguiente, siempre en modo furtivo, proseguí mi travesía por la sierra, cruzando en Puerto del Hombre, tomando luego hacia Facinas. Me crucé con algunos guardas que no detectaron mi presencia, no en vano, durante mi servicio militar en Infantería de Marina conocí a fondo la zona y aprendí a pasar inadvertido. Tal como estaba el patio, no quedaba otra. Una pena.
ResponderEliminarFelicitaciones por la publicación, ha sido grato recordar aquellos tiempos, aunque lamento que siga no siendo posible una visita ordenada. Un saludo.
Muchas gracias por sus palabras. Desgraciadamente el Monasterio, aunque en ruinas, que conocimos ya no existe. Un abrazo
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