Juana I, o/tabla atribuido al Maestro de la vida de San José o de la Abadía de Afflighem, c 1496-1500. Museo Nacional Colegio de San Gregorio, Valladolid |
La actuación de la Reina Juana I y su figura han sido frecuentemente utilizadas con diversos fines no solo por los historiadores sino desde diversos campos ajenos a la historia como son la política, la pintura, la literatura o el cine. Algunos rasgos de su personalidad, ciertos o creados en aras de la justificación de los actos de las personas que la rodearon, han despertado el interés de pintores o escritores que han llevado al extremo algunos episodios de su vida. Incluso en algunos casos se responsabiliza a Juana de una pretendida herencia de locura que llegaría hasta don Carlos, su bisnieto y de algunas de las incompetencias de Carlos I y Felipe II.
Juana y su marido en la corte |
No obstante la imagen de "la loca" no aparece hasta un determinado momento. En los primeros años de su vida a Juana le toca representar otra imagen, es una infanta castellana, la duquesa de Borgoña o la Princesa de Asturias heredera de la Corona de Castilla y, sobre todo, una mujer que debe aceptar el espacio que la sociedad patriarcal en la que vive tiene diseñado para las mujeres. Ella debía adecuarse, por tanto, a esta imagen como muy bien hizo durante una larga etapa de su vida, aunque en algunos momentos surgieron desajustes que pronto fueron utilizados como signos de falta de razón y sirvieron para ir diseñando la imagen con que la historia la va a conocer.
Juana I, escultura de Sergio García en Santa María del Campo (Burgos) |
La historiografía ha respondido al patrón dominante y en la mayoría de las obras del pasado se la ha presentado con mayor o menor acritud como una mujer enferma e incapaz de dominar sus sentimientos y, por ello, sabiamente apartada del poder por su marido, su padre o su hijo.
Felipe de Habsburgo, su marido |
Fernando II de Aragón, su padre |
Juana con sus hijos Fernando y Carlos |
La vida de Juana es bien conocida:
1479 Nace en Toledo
1496 Sale de Laredo para casarse con Felipe de Habsburgo
Llegada de Juana al puerto flamenco de Arnemuiden
en 1497 |
Contrato matrimonial de Juana y Felipe. Archivo General de Simancas |
1497 Muere su hermano Juan
1498 Muere su hermana Isabel. Nace su hija Leonor
1500 Muere su sobrino Miguel. Nace su hijo Carlos
1501 Nace su hija Isabel
1502 Las Cortes de Castilla (22 de mayo) y de Aragón (27 de octubre) la confirman como heredera y Princesa de Asturias
Pendón de Gibraltar que según la tradición fue bordado en 1502 por Juana I de Castilla. Se encuentra en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de San Roque (Cádiz) ciudad donde reside la de Gibraltar
Vid. https://noticiasgibraltar.es/campo-gibraltar/historia/juana-castilla-y-pendon-gibraltar |
1503 Felipe regresa a los Países Bajos. Nace su hijo Fernando
Felipe y Juana en los jardines del castillo de Bruselas, c. 1500. Museo de Bellas Artes de Bruselas |
1504 Es encerrada en el castillo de la Mota de Medina del
Campo. Muere su madre Isabel I
Isabel I de Castilla | |
1505 Su padre Fernando es nombrado gobernador de Castilla.
Nace su hija María. Fernando se casa con Germana de Foix
1506 Juana y Felipe vuelven a Castilla. Muere Felipe el Hermoso (curiosamente, el apelativo de “el Hermoso” se lo dio el rey Luis XII de Francia cuando la pareja viajaba hacia España para ser coronados y se detuvieron en Blois. Allí el rey los recibió y al verle exclamó: He aquí un hermoso príncipe). Juana I revoca las mercedes otorgadas por Felipe
1507 Nace su hija Catalina. Llega a un acuerdo con su padre el 28 de agosto
1509 El 16 de noviembre se instala en el Palacio Real de Tordesillas
1555 Muere en el Palacio Real de Tordesillas
Juana I, Juan de Flandes. Museo de Historia de Arte, Viena |
Juana I Reina de Castilla |
Hay una premisa a tener presente para entender la figura de Juana I y es que la herencia castellana era un bocado apetecible que muchos no querían que fuera a parar a sus manos. Se temía que confiara el gobierno en su marido, un extranjero, y proclive a la monarquía de Francia enemiga de la Corona de Aragón.
En 1503 el marido de Juana se marcha a Flandes para atender a sus asuntos, después de que han sido reconocidos como herederos en las Cortes de Castilla y en las de Aragón. Juana accedió a permanecer en Castilla hasta el alumbramiento de su nuevo hijo el infante Fernando en Alcalá de Henares. Tras la recuperación del parto Juana insta a su madre para que la deje partir a reunirse con el resto de su familia que estaba en Flandes. Pero Isabel retardaba la marcha e intentaba interesarla por los asuntos de gobierno. La princesa estaba triste, dormía mal, comía poco, adelgazaba. La estancia en Alcalá de Henares no era grata para Juana y ante la insistencia de ésta Isabel decide el traslado a Segovia como inicio del camino hacia los puertos del Cantábrico para embarcar hacia Flandes. Hay que remarcar que Isabel engañaba a su hija intencionadamente para retenerla pero Juana no cesaba en su empeño y ante la persistencia de su hija tuvo que dejarla marchar a Medina del Campo donde había feria y pensaba que se iba distraer y retrasar la partida. Pero la princesa inició los preparativos de su marcha; entonces la reina envió a Fonseca para detener a Juana lo que hizo de forma tajante: mandó cerrar la puerta del castillo de la Mota al encontrar a la princesa en el patio del mismo dispuesta para salir. Ante esta situación Juana optó por una postura de fuerza y se negó a abandonar el patio del castillo en toda la noche. Su postura, sin duda, pretendía doblegar la voluntad de Isabel, que intentaba manejarla y de la que se sentía presa, en ese momento de forma real pues había sido encerrada en el castillo. La reina tuvo que ir a Medina y allí se encontró con Juana. Isabel prometió a su hija la pronta marcha y el episodio pareció resuelto.
Castillo de la Mota |
Esta imagen ha sido muy utilizada para desacreditar a Juana a partir de entonces y sobre todo, tras la muerte de Isabel el 26 de octubre de 1504, para apartarla del gobierno.
Juana con el cuerpo insepulto de su marido por los campos de Castilla
Juana la loca, Francisco Pradilla o/l 1877 Museo del Prado |
El dramatismo de esta imagen es grande y ha sido acentuado gracias al cuadro de Francisco Pradilla de 1877, que se conserva en el Museo del Prado, reproducido numerosas veces y popularizado en la película Locura de Amor. La actriz Aurora Bautista llevó al paroxismo la locura de Juana. En el franquismo la actuación de Juana era la réplica al continuado sacrificio y entrega de Isabel, su madre, el modelo femenino preconizado por la Sección Femenina. La Reina Isabel la Católica era una mujer asexuada, que representaba la entereza castellana, mientras que en Juana predominaba aquello que había inducido a Eva a cometer el pecado original. Juana era una mujer reprobable, loca de amor, como quedaba puesto de manifiesto en el film de Juan de Orduña, hábil propagandista de los ideales del Movimiento y edecán de su caudillo.
Juana enviuda el 25 de septiembre de 1506, estaba nuevamente embarazada y era la reina de Castilla, tenía 27 años y era, además, una bella mujer. El rey de Inglaterra Enrique VII pronto la solicitó como esposa, cosa que a su padre Fernando le pareció muy apropiado. Juana se negó a este nuevo matrimonio pues en él veía un grave peligro para consolidar la herencia castellana para su hijo Carlos. El mantener el cuerpo insepulto de su marido al que iba a llevar a enterrar a Granada suponía que todavía existía un vínculo matrimonial, por lo que no podía iniciar negociaciones para un nuevo matrimonio.
Tumba de la Reina Juana I y Felipe de Habsburgo en La Capilla Real de Granada |
Juana I, Lorenzo Marín, o/l,1777. Hospital Real, Granada (propiedad
de la Universidad de Granada)
¿Todas estas actuaciones eran propias de una mujer loca?
Isabel la Católica dictando su testamento, Eduardo Rosales, o/l 1864. Museo del Prado | |
Juana I en Tordesillas
Llegó al Palacio Real de Tordesillas en 1509, donde instala su corte. Durante los cuarenta y seis largos años siguientes el edificio, construido por Enrique III de Castilla a comienzos del siglo XV, fue adecuándose a la regia inquilina y decorándose con magníficos tapices y aparadores que mostraban vajillas de oro y plata. Cuando sus familiares se allegaban a Tordesillas, el palacio lucía incluso más espectacular, pues las habitaciones destinadas a Fernando el Católico, Carlos V y Felipe II (entonces príncipe) se mostraban dignas de los moradores.
Panorámica de Tordesillas c. 1565, con el Palacio Real en primer plano asomado hacia el río Duero y con espléndidas vistas. Grabado de Anton van den Wyngaerde. Victoria and Albert Museum, Londres |
Hoy el Palacio no existe pues Carlos III decidió regalar el complejo a la villa de Tordesillas con la condición de que lo demoliera y abriera en el solar una plaza pública. En 1773, comenzó su demolición, calculada en torno a 35.000 reales, un proceso que se extendió hasta 1783. En su lugar se puede disfrutar hoy en día de los Jardines de Palacio, que mantienen con su nombre el recuerdo de aquel portentoso monumento medieval que alojó a reyes, príncipes e infantes.
Los Jardines del Palacio Real de Tordesillas, asomados hacia el río Duero y con espléndidas vistas |
En la imagen de Juana I en el Palacio Real de Tordesillas se ha insistido en sus actos de locura, su suciedad, su no comer, su reclusión, etc. ¿Por qué no su austeridad o sus penitencias?
Estaba apartada de la corte, pero no olvidada en absoluto pues seguía siendo la Reina y allí acudían a visitarla su familia sus hijos e hijas, sus nietos y nietas y los comuneros (hay que recordar que la Reina rehusó apoyar el movimiento, la mujer que hallaron los cabecillas comuneros estaba lejos de la figura trágica que Fernando y Carlos I habían difundido entre la población, su conversación era inteligente y su mente era clara). Juana I de alguna manera todavía mantenía una influencia difícil de valorar actualmente.
Boceto de Eugenio Oliva para el fresco “Los comuneros visitando a doña Juana“ pintado en la Diputación Provincial de Palencia y desaparecido en un incendio en 1966. - Foto: Ical |
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Escudo de la Reina Juana I de Castilla |
Pendón de Gibraltar, que según la tradición fue bordado en 1502 por Juana I de Castilla. Salón de Plenos del Ayuntamiento de San Roque (Cádiz) |