martes, 9 de abril de 2024

LA OLVIDADA ENTREVISTA DE BENITO PÉREZ GALDÓS A ISABEL II, LA REINA MÁS DIFAMADA






Isabel II, o/l, 1850, Federico de Madrazo (1815-1894). Embajada de España ante la Santa Sede











Benito Pérez Galdós, o/l 1894, retrato de Joaquín Sorolla (1863-1923). Casa-Museo Pérez Galdós, Las Palmas de Gran Canaria










Isabel II jura la Constitución, o/l c.1844, José Castelaro (1800-1873). Museo de Historia, Madrid





El reinado de Isabel II (1830-1904) ha sido objeto de polémica entre la historiografía más tradicional, la de aquellos que sustentan la opinión de que fue una soberana ineficaz y la opinión que mantienen los investigadores e historiadores más modernos que, mediante su investigación, han revalorizado sus logros y argumentan que sus errores serían imputables a esos políticos interesados y camarillas intrigantes que estuvieron cercanos a ella; porque lo cierto es que durante su reinado España experimentó profundos cambios políticos en uno de los períodos más convulsos del siglo XIX, cambios que trajeron consigo el desarrollo del liberalismo político junto con grandes transformaciones socioeconómicas.

 A pesar de que se ha puesto el acento en la conducta personal de Isabel II su reinado  supuso la modernización de España. Se creó el ferrocarril en 1848, en 1856 el Banco de España y en 1857 la Reina inauguró I Exposición Agrícola Española. La industria experimentó un notable incremento así como la construcción. En cuanto a las obras públicas se construyeron 7.822 km. de carreteras, canales, como el de Isabel II, de Castilla, Imperial y de Tauste, entre otros. El sello de correos se creó en 1850, la red de telégrafos en 1854. El alumbrado de gas en 1841 y los primeros ensayos de alumbrado eléctrico en 1852.

 

Vista de Sevilla y el Puente de Isabel II década de los 50 del siglo XIX. Fuente Biblioteca Nacional de España

En 1843 oficializó como bandera de España la bandera de la Armada que había creado Carlos III en 1785 y en 1844 crea la guardia civil  como cuerpo de seguridad pública y de atención y auxilio a los ciudadanos.

En el campo cultural se fundaron nuevas escuelas de primeras letras, institutos de segunda enseñanza (1847) y escuelas especiales (1855). En 1857, se promulgó la primera Ley de Instrucción Pública, y se fundó la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Dos importantes organismos culturales se beneficiaron especialmente de este desarrollo: el Museo del Prado y la Biblioteca Nacional. El Museo del Prado recibió un gran impulso al donar Isabel II a la nación, en 1865, sus colecciones privadas, que constituyen el repertorio de las obras más importantes que hoy posee el Museo. La Biblioteca Real dejó de ser propiedad de la Corona y pasó a depender del Ministerio de la Gobernación, recibiendo entonces el nombre de Biblioteca Nacional e ingresaron la mayoría de los libros más antiguos que posee actualmente la Biblioteca. El 21 de abril de 1866, la Reina colocó la primera piedra del edificio, en el que hoy se encuentra albergada la Biblioteca Nacional 

 

Escultura de Isabel II en la BNE, obra en  mármol, 1856, de  José Piquer y Duart (1805-1874)

Antes, el 31 de octubre de 1850, había inaugurado el edificio del actual Congreso de los Diputados.

Durante su reinado se produjeron en Madrid dos hechos básicos para la vida musical española: la inauguración del Teatro Real en 1850 

 

Monumento a Isabel II, bronce de 1850, obra de  José Piquer y Duart (1805-1871) se ubica delante del Teatro Real de Madrid
 

 

y el renacimiento de la zarzuela, género en el que triunfaron Barbieri, Hernando, Gaztambide y Arrieta. 

 
 

Puente de Isabel II, conocido popularmente como puente de Triana, sustituyó en el siglo XIX a un viejo puente de barcas que existía en su lugar, constituyendo el puente de hierro más antiguo conservado en España. Su construcción finalizó en 1852 bajo el reinado de Isabel II. Es Bien de interés Cultural


 
 


Benito Pérez Galdós a principios del siglo XX, foto de Pau Audouard Deglaire (1856-1918)



El embajador español en París, Fernando León y Castillo (1842-1918), de quién es descendiente directo el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida,  tuvo la oportunidad de entablar una sincera amistad con ella en el exilio de París y resaltó su chispa, encanto y simpatía.

Fernando León y Castillo


El embajador que era canario como su amigo Benito Pérez Galdós (1843-1920) facilitó una entrevista al insigne escritor con Isabel II en el Palacio de Castilla, residencia de la Reina en París.




El Palacio de Castilla donde vivió Isabel II es hoy un lujoso hotel




Escaleras del Palacio de Castilla



Benito Pérez Galdós publicó un reportaje, en el diario El Liberal, el 12 de abril de 1904, en donde incluye la entrevista que realizó a Isabel II, en 1902, en París, en la que al inicio de la misma habla del respeto que le causó cruzar con ella sus primeras palabras, hasta que a los diez minutos de conversación ya se sentía cómodo por la naturalidad que le transmitió. En este sentido Galdós nos dice que: Fue generosa, olvidó las injurias, hizo todo el bien que pudo en la concesión de mercedes y beneficios materiales, se reveló por un altruismo desenfrenado, y llevaba en el fondo de su espíritu un germen de compasión impulsiva en cierto modo relacionado con la idea socialista, porque de él procedía su afán de repartir todos los bienes de que podía disponer y de acudir a donde quiera que una necesidad grande o pequeña la llamaba.


                                        
Isabel II  c. 1900







Isabel II, c. 1853, Dionisio Fierros (1827-1894) o/l, Palacio del Senado




A continuación, y cuando se cumplen 120 años de su muerte, publico un extracto de la entrevista:
 
Le contaré muchas cosas, muchas, unas para que las escriba, otras para que las sepa.
Yo tengo todos los defectos de mi raza, lo reconozco; pero también alguna de sus virtudes.

Sé que lo he hecho muy mal; no quiero ni debo rebelarme contra las críticas acerbas de mi reinado, pero no ha sido mía toda la culpa, no ha sido mía…
 
Pónganse usted en mi caso. Metida en un laberinto, por el cual tenía que andar palpando las paredes, pues no había luz que me guiara. Si alguno me encendía una vela, venía otro y me la apagaba...

                       
Sobre sor Patrocinio (Mª de los Dolores de Quiroga Capopardo (1811-1891) conocida como la Monja de las Llagas le contó: era una mujer muy buena y no se metía en política ni en cosas del Gobierno. Intervino, sí, en asuntos de familia, para que mi marido y yo hiciéramos las paces, pero nada más. La gente desocupada inventó mil catálogos, que han corrido por toda España y por todo el mundo.

 
Sor Patrocinio, fotografía de Jean Laurent (1816-1886)






Sobre el cese de Ramón María Narváez (1799-1868), cabeza del partido moderado, como presidente del consejo de ministros y al que por presiones del rey consorte Francisco de Asís sustituyó por el ultraconservador conde de Clonard, que sólo permaneció dos días como jefe del gabinete,  le narró: 
 
Ramón Mª Narváez, o/l Vicente López Portaña (1772-1850). Museo de Bellas Artes. Valencia


Cierto que aquel cambio de ministerio fue una equivocación; pero al siguiente día quedó todo arreglado… Yo tenía entonces diecinueve años… Éste me aconsejaba una cosa, aquél otra, y luego venía un tercero que me decía: ni aquello ni esto debes hacer, sino lo de más allá.

Los que podían guiarme no sabían una palabra de Gobierno constitucional; eran cortesanos que sólo entendían de etiqueta, y como se tratara de política, no había quien los sacara del absolutismo. Los que eran ilustrados y sabían de constituciones y de todas estas cosas, no me aleccionaban sino en los casos que pudieran serles favorables, dejándome a oscuras si se trataba de algo en que mi buen conocimiento pudiera favorecer al contrario.

¿Qué había de hacer yo, tan jovencilla, reina a los catorce años, sin ningún freno en mi voluntad, con todo el dinero a mano para mis antojos y para darme el gusto de favorecer a los necesitados; no viendo a mi lado más que personas que se doblaban como cañas, ni oyendo más que voces de adulación que me aturdían? ¿Qué debía hacer yo?... Póngase en mi caso, D. Benito.

Benito Pérez Galdós relata así su despedida de Isabel II:

Llegó el momento de la despedida. La Reina, que deseaba moverse y andar, salió al salón, apoyada en un báculo. Fue aquella mi postrera visita y la última vez que la vi. Vestía un traje holgado de terciopelo azul; su paso era lento y trabajoso. En el salón nos despidió repitiendo las fórmulas tiernas de amistad que prodigaba con singular encanto. Su rostro venerable, su mirada dulce y afectuosa persistieron largo tiempo en mi memoria.
 
Isabel moría dos años después en París el 9 de abril de 1904, hace hoy 120 años.
 
Panteón de Reyes en el Monasterio del Escorial. Encima de la tumba de Alfonso XII se encuentra la de su madre Isabel II

 
 
Véase la entrevista completa publicada en El Liberal del martes 12 de abril de 1904:  





Benito Pérez Galdós  c.1905

                                                               

El reinado de Isabel se irá borrando de la memoria, y los males que trajo, así como los bienes que produjo, pasarán sin dejar rastro. La pobre Reina, tan fervorosamente amada en su niñez, esperanza y alegría del pueblo, emblema de la libertad, después hollada, escarnecida y arrojada del reino, baja al sepulcro sin que su muerte avive los entusiasmos ni los odios de otros días. Se juzgará su reinado con crítica severa: en él se verá el origen y el embrión de no pocos vicios de nuestra política; pero nadie niega ni desconoce la inmensa ternura de aquella alma ingenua, indolente, fácil a la piedad, al perdón, a la caridad, como incapaz de toda resolución tenaz y vigorosa. Doña Isabel vivió en perpetua infancia, y el mayor de sus infortunios fue haber nacido Reina y llevar en su mano la dirección moral de un pueblo, pesada obligación para tan tierna mano

Benito Pérez Galdós, La Reina Isabel en Memoranda, 1906, pag. 33




Memoranda, Madrid 1906












Isabel II, Federico Madrazo y Kuntz, retrato oficial de la Reina, o/l 1849. Museo del Romanticismo. Madrid









Isabel II niña, o/l c.1835 Carlos Luis de Rivera (1815-1891). Museo del Prado (en depósito en el Museo del Romanticismo, Madrid)

















Mª Luisa (1832-1897) con su hermana Isabel II, o/l c.1845 de Antonio Mª Esquivel (1806-1857). Alcázar de Sevilla. La infanta Mª Luisa donó a Sevilla el Parque que lleva su nombre




La infanta María Luisa, su marido el duque de Montpensier y sus hijos en los jardines del Palacio de San Telmo en Sevilla (hoy Parque de María Luisa de Sevilla), o/l  1853 de autor desconocido










Isabel II en 1855 con su hija Isabel, o/l de Winterhalter (1805-1873). Palacio Real, Madrid












Isabel II, o/l c. 1844, Federico de Madrazo. Museo del Prado, Madrid






Cubierta de la biografía de María Teresa Álvarez




María Teresa Álvarez García (Candás, Asturias 27 de octubre, 1945) periodista y escritora que estuvo casada con el general Sabino Fernández Campo (1918-2009), conde de Latores, G. de E.,  Jefe de la Casa del Rey Juan Carlos I desde 1990  hasta 1993.  



Los condes de Latores











Isabel II en la época de la entrevista de Benito Pérez Galdós. Foto de Marius Neyroud









Vídeo del Canal documentales: Reyes de España, Isabel II






Maltratada por los políticos que la rodearon en su minoría de edad, que propiciaron su exilio y por una historiografía ávida de carnaza si Isabel II hubiera sido hombre, nadie se habría encarnizado con ella por sus veleidades amorosas; veleidades que se pueden encontrar en las vidas de innumerables personajes notables; veleidades que se vieron predispuestas por ese extraño cónyuge al que Isabel nunca habría querido como marido. Contra Isabel confluyeron los políticos que condujeron a España a la revolución de 1868 y la prensa que explotaba el escándalo. No fue una mujer de una inteligencia excepcional. No fue una mujer de una gran formación (nadie, en su proximidad, quiso que tuviera esa formación). Pero fue una Reina que amó a España y que fue amada por su pueblo. Fue una niña manipulada. Fue una mujer menospreciada. Fue una Reina combatida por su propio tío, además de por los políticos en los que confió. Fue un ser humano generoso, desorientado e infeliz.  
La publicación, por parte de Benito Pérez Galdós de la  entrevista entre ambos, contribuyó a dar una imagen muy distinta de una Reina que a su muerte seguía siendo una desconocida para los españoles, a pesar de todas las leyendas y calumnias que recayeron sobre ella.





Adenda: En el Museo de Algeciras  se encuentra expuesta la Medalla Conmemorativa, acuñada en plata, de la proclamación en 1843 de Isabel II como Reina de España y que fue donada por la ornitóloga Mª Cristina Lieb de Parkes (1944-2023) Presidenta de Honor de la Asociación de Amigos de la Laguna de la Janda. Dicha Medalla fue protagonista de la pieza del mes del Museo en noviembre de 2017.



Medalla Conmemorativa de la proclamación en 1843 de Isabel II como Reina de España, donada por la ornitóloga María Cristina Lieb (1944-2023)




El cronista oficial de Algeciras Luis Alberto del Castillo, Cristina Lieb y el autor (foto Juan Moya)








CODA este artículo se publicó en ÁREA, Diario del Campo de Gibraltar el 5 de mayo de 2020, aunque para este 120 aniversario he añadido algunas cuestiones.




Hay unanimidad entre los historiadores que ésta es la mejor biografía de la Reina.











Retrato de la Reina Isabel II de España por Ángel María Cortellini, 1852. Museo del Romanticismo, Madrid.





Mujeres en la historia: Isabel II (un programa de María Teresa Álvarez para TV2)




Visita de Isabel II a Sevilla en 1862. Función nocturna en la Plaza Nueva


Resulta curioso resaltar que Pérez Galdós a pesar de su republicanismo admiró a Isabel II como se puede comprobar en el reportaje de El Liberal arriba expuesto y dedicó a su figura uno de sus Episodios Nacionales que tituló La de los tristes destinos.

Cubierta de La de los tristes destinos (edición de 1907)

 

Hay que destacar que Isabel II derrochaba generosidad y que la frivolidad de algunos de sus actos jamás le nubló el sentir de su corazón, como así demostró al dejar escrito en su testamento la petición para su nieto Alfonso XIII de que contara a todos que Isabel II había muerto amando a España.

Isabel II y Mª Cristina de Habsburgo, madre de su nieto Alfonso XIII, en la puerta del Palacio de Castilla en París c. 1900

 

 

 

En el techo de la escalera de la casa-palacio del fotógrafo Jean Laurent, en Alcalá de Henares, se encuentra este escudo de la época de Isabel II (Reina de las Españas). Está realizado en yeso policromado por: Pinturas Henry Lastrade. Año 1863






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