Dolmen de Guadalperal el Stonehenge español

El dolmen de Guadalperal se encuentra en la provincia de Cáceres muy próximo a la finca Guadalperal, propiedad de Jacobo Fitz-James Stuart Gómez, Madrid 1947, duque de Peñaranda y primo del duque de Alba, dónde tiene su residencia habitual.

A Jacobo Stuart lo conocí en mi época de estudiante en Madrid. Debido a un fracaso sentimental con la hija de un conocido banquero español decidió vivir en su finca extremeña de Guadalperal donde continua residiendo.

El que esto suscribe recuerda muy bien a su abuela, Mª del Carmen Saavedra Collado (1899-1967), duquesa viuda de Peñaranda, pese a ser mucho mayor que yo, pues era muy amiga de mi padre. Mujer excepcional, inteligente, muy culta, sagaz y libre a la que todos conocíamos como Carmen Peñaranda. Mi padre me contaban que tenía una hermana que vivía en una cueva del Sacromonte de Granada, lo que en mis recuerdos de chaval siempre me impresionó por esta exótica vida

Carmen Saavedra Collado, marquesa de Villaviciosa, en 1920 en su boda con Hernando Fitz-James Stuart y Falcó, duque de Peñaranda, que fue asesinado en Paracuellos de Jarama el 7 de noviembre de 1936

Otra vista del Dolmen

Armas del ducado de Peñaranda

A pesar de hallarse dentro del término municipal de el Gordo, se accede con más facilidad al mismo desde la localidad de Peraleda de la Mata, siguiendo el camino de la barca que comunicaba esta orilla con Talavera la Vieja y que pasaba junto a las estancias de la ya citada finca de Guadalperal.

Allí, unos 700 metros hacia el este, se emplaza junto a la pendiente que descendía hacia el Tajo, dominando desde este lugar toda la cuenca del río en un amplio tramo, que abarca desde el castillo de Gualija hasta donde se halla situado en la actualidad el templo romano conocido como Los Mármoles

Otra vista del yacimiento

Conocido como el tesoro de Guadalperal y como el Stonehenge español (su homólogo británico, el Stonehenge de Wiltshire, fue proclamado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986) por su parecido al crómlech de Stonehenge. Es un monumento megalítico que data, aproximadamente, de entre el VII y el III milenio a.C. y está situado en la localidad cacereña de El Gordo, aunque el municipio más cercano es Peraleda de la Mata, en la comarca del Campo Arañuelo en el este de Extremadura. Se encuentra bajo las aguas del embalse de Valdecañas en el río Tajo y solamente es visible cuando el nivel de las aguas lo permite.

El dolmen en 1963, antes que las aguas del pantano de Valdecañas lo sumergieran.

Consta de 150 piedras de granito, ortostatos, puestas en disposición vertical que conforman una cámara ovoide de cinco metros de diámetro que estuvo formada por 13 fragmentos de pared, de los que faltan cuatro, precedida por un pasillo de acceso de unos 21 metros de largo y 1,3 a 1,4 metros de ancho. Al final del pasillo, justo a la entrada de la cámara, se encuentra un menhir de unos dos metros de alto que tiene esculpidas una serpiente y varias cazoletas, se estima que dichas figuras servirían como protección del lugar.

Menhir en la entrada del Dolmen donde aparece la supuesta serpiente que solo es visible in situ

Recientes estudios indican que la supuesta serpiente podría tratarse de representación del curso del río Tajo, ya que presenta muchas similitudes en un estudio sobre plano de sus meandros. La cámara, del tipo anta, tipo de construcción común en el oeste de la península ibérica, está formada por 140 piedras y estuvo recubierta por un túmulo de tierra y grava. La rodea otro anillo circular que servía para contener el túmulo superior, posiblemente por la inclinación del terreno en el que está asentado.

El monumento se halló en 1926, en el transcurso de la campaña de investigación y excavaciones que entre 1925 y 1927 dirigió el arqueólogo alemán, nacionalizado español en 1924, Hugo Obermaier (1877-1946), capellán de la casa de Alba, catedrático de Historia primitiva del hombre en la Universidad Central de Madrid, catedrático en la Universidad de Friburgo (Suiza) y miembro de la Real Academia de la Historia. Durante una de las temporadas que pasa en la finca de Guadalperal, comienza excavando la cámara, aunque el gran tamaño del sepulcro le obliga a dividir los trabajos en varias campañas en las que se propone llegar hasta los cimientos del túmulo que lo cubría.

Hugo Obermaier en 1924

A su muerte sería el matrimonio alemán Georg (1870-1957) y Vera (1885-1972) Leisner, el encargado de recopilar la documentación dispersa entre la Universidad de Friburgo y la finca de los Alba-Peñaranda que realizaron una publicación científica sobre el mismo.

Vera y Georg Leisner

Se estima que pudo haber sido un templo solar, así como un enclave de enterramientos. Los restos romanos encontrados en el lugar, una moneda, fragmentos de cerámica y una piedra de moler indican que en esa época fue removido seguramente para su saqueo. En una escombrera cercana se hallaron 11 hachas, cerámicas, cuchillos de pedernal y un punzón de cobre. También se encontró un asentamiento de la época de la construcción que se estima pudiera ser de los constructores del sepulcro. En él había hogares, manchas de carbón y cenizas, mucha cerámica, piedras de molino y piedras para afilar hachas entre otros objetos.

Entre 1957 y 1964 se construyó la presa de Valdecañas en el río Tajo, cuyo embalse inundó el monumento quedando oculto bajo las aguas. Solo es visible cuando éstas están bajas. En la última década, en verano, debido a la sequía ha sido posible ver el dolmen en varias ocasiones.

El hecho de estar sumergido la mayor parte del tiempo ha deteriorado el monumento erosionando las piedras y perjudicando los grabados de las mismas. Durante los estudios realizados por Hugo Obermaier se hicieron reproducciones de los grabados hallados que fueron publicadas en 1959 bajo la firma de los arqueólogos alemanes Georg y Vera Leisner. La asociación Raíces de Peraleda está solicitando su recuperación ante el deterioro apreciado

En 2019, tras una nueva sequía que permitió observar los daños en el monumento se pusieron en marcha acciones para su conservación y declaración como Bien de Interés Cultural.

Según la profesora Dra. Primitiva Bueno (Córdoba, 1957) arqueóloga y catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares, el Dolmen de Guadalperal es uno de los más antiguos del mundo con una antigüedad de 7000 años

Dra. Primitiva Bueno

Un informe geológico de AGEX (Asociación Geológica de Extremadura) certifica que en unos pocos años, el dolmen quedará destruido si no se saca pronto del agua

Prof. Ángel Castaño

El porfesor Ángel Castaño presidente de la Asociación Cultural Raíces de Peraleda estima que la mejor opción pasaría por mantener su posición en la orilla del agua, pero en cota no inundable. Y orientado a la salida del sol, como ahora está, en un lugar que sea accesible a las visitas y que esto sirva a la zona para su desarrollo turístico.

Dolmen de Guadalperal